¡ Qué divino este momento...! Igual que en la letra del famoso pregón, tantas y tantas veces cantada por quien ya todos sabemos al finalizar el solemne desfile de nuestra querida Hermandad, una vieja aspiración de algunos de nuestros cofrades se hizo realidad en la noche de ayer. Tras una agotadora peonada de montaje, en la que el Ángel que ofrece el Cáliz de la Pasión a Nuestro Señor Jesucristo en la Oración del Huerto ( vulgo pájaro del Huerto )estuvo una vez más a punto de cumplir su viejo sueño de volar solo, los cofrades felizmente reunidos marcharon hacia la casa Hermandad portando, a la vez, diversos enseres y ajuraes de los altares de nuestro Quinario. Una vez allí, se inició la ceremonia de imposición de sudaderas oficiales, no sin cierta confusión, que todo hay que decirlo, y en la que nuestro Secretario Francis, fruto sin duda de la emoción- ver última foto de la serie- fue el primero que consiguió ponérsela. Luego se la tuvo que quitar, ya que no era la que previamente tenía asignada. En fin, una vez superados estos pequeños inconvenientes, se procedió a revestir de honor a los renombrados de la Orden, recordando con nostalgia al sexto y travieso miembro, ausente como todos sabemos al vivir en la capital de Andalucía, y al que aprovechamos la ocasión para mandar desde aquí un afectuoso y cálido abrazo. Una vez realizadas las fotos de rigor, de las que nuestro blogger como ven no ha tardado en dar veraz información, y tras ser requeridos por nuestro párroco y consiliario para una misión acorde a nuestra especialización montadora, procedimos, con esa liturgia tan nuestra, a revivir otra de nuestra ancestrales tradiciones. Y es que a pesar de los imponderables, la morcilla y el salchichón caseros de nuestro amigo J. Villatoro pudieron ser nuevamente degustados gracias a la infinita generosidad de su señora madre, Dª Agustina, presente como todos los años en los halagos y parabienes con que los miembros de nuestra Real, Meritocrática y Primitiva Orden solemos reconocer tanto bien como hace a nuestros paladares. Concluyó tan feliz jornada con una breve despedida, quedando emplazados de nuevo para esta tarde- ya con el uniforme obligatorio- que entre pegos y tonterías, al paso le quedan, por lo menos, dos peonadas largas.
Este arte no se pué aguantá. Impresionante los momentos que tuvisteis que vivir, que color, que viandas, que barriguitas, y fondones que se les ve a todos. Momentos para el recuerdo. Del color de las sudaderas, no hare mencion especial, y vuelvo a reiterar mi lógica imposicion de sudadera. Que ilusion
Verde, querido lince, el color de las sudaderas, como no podía ser de otra forma, es verde, verde Vera- Cruz. Hombre, no pretenderás que las pongamos... En cuanto a tu exigida imposición debo advertirte que en el día de ayer ya hubo quien comenzó a acumular créditos. No te puedes imaginar qué cantidad por algunos en el momento de subir a Hugo. Y menos mal que nuestro querido michelna estaba acabando de pinchar, con su maestría habitual, la cera del palio y no quedó para la posteridad tan dramático y angustioso momento. Digo yo que podías dar una escapadita desde Zaragoza y dignarte a acompañarnos en el montaje. Así irías acumulando méritos y todo sería mucho más fácil ( lo de la sudadera me refiero ). Salchichón y morcilla ( gracias de nuevo Dª Agustina ) no quedaron, tal era el hambre provocada sin duda por las fuertes emociones vividas, pero hay en el cuartelillo unos montaditos de bacalao para chuparse los dedos ( y las manos, y los codos, y el antebrazo y el cuerpo entero a poco que te descuides con el aceite). Te esperamos.
Gracias por la invitacion. Espero Dios mediante poder asistir a tan emotivos momentos y hacer los meritos que se me requieren para la sudadera, pero, ¿si yo no doblo el espinazo, lo podria hacer el monaguillo de la iglesia, por ejemplo?. Es que a mi me gusta delegar en otras personas y creo idoneo que esa figura de negro con cuello bordado en en encaje blanco pueda realizar los trabajos requeridos, logicamente supervisados por la meritocratica (Dios, como me gusta este nombre).
Ah, lince, qué equivocado estás. No es monaguillo, tiene cerca de medio siglo de vida y ejerce labores de sacristán. Quien se vé en la foto publicada el otro día, a pesar de tu ojo de lince, es el sacristán. En cuanto a tu propuesta, pues, cómo te lo digo. Si eres capaz de que acepte tu delegación de funciones habrás conseguido no una simple camiseta, sino el extraordinario mérito de haber sido el primero. En fin, los trabajos de Hércules al lado de lo que propones son infantiles juegos de niños. En lo que sí te doy enteramente la razón es en que "impresiona". Te cuento una anécdota. En el pasado 2007 celebramos aquí en Castro un Encuentro Diocesano de Hermandades de la Vera Cruz. Entre las muchas personas que nos acompañaron aquel día se encontraba el Cronista Oficial de la vecina localidad de Espejo. Cuando acabó la Santa Misa que había programada, en la puerta de la Iglesia, se acercó a un grupo de hermanos que departíamos por allí para felicitarnos cortésmente por la organización de aquellos actos. Gentil y educado, nos relataba que le había encantado todo. Lo que más, la sobriedad del sacristán durante toda la Eucaristía. Afirmaba Miguel Ventura, que así se llama el cronista de Espejo, que parecía sacado de un cuadro de El Greco o de cualquiera de los pintores del S. XVI. Y es que, según nos decía, tal era la magnífica impresión que le había causado.
Esta misma mañana, al cruzarme a la hora del comedero con una paloma, pude departir con ella, y me informó del festín que, donde ella piensa anidar, se procuraban un grupo de humanos, varios de ellos ataviados con la misma indumentaria, y haciendose agua su pico, de los restos que pudieran quedar. Más para su desgracia observó cómo el resto de la chacina que los humanos no engulleran, era recogida y puesta a buen recaudo de su pico.
Si no deseas compartir la morcilla, inventate otra excusa.
Verdaderamente es un sacristán, pero tan casto varón, no sería capaz de ayudar a un alma caritativa y dadivosa como yo, que estoy bastante trabajao, y por lo que parece él esta mas fresco que una lechuga, con años esos sí, pero demuestra estar entero. Posiblemente podria llegar a un acuerdo bastante sustancioso, y conseguir por fin la esperada sudadera. Y sino se lo haría llegar a mi querido y admirado Porsel, que sigo sin saber nada de esta criatura y siempre me comentaba que el primero que daba el callo era él, aunque según cometarios tuyos sufre de ciertos vértigos y achaques, supongo que serán los propios de la edad. Tambien le haria una oferta jugosa que no podria rechazar, unas pocas arrobitas de liquido sagrado, dulces y tiernas criaturas de medias finas y curvas vertiginosas, en fin de todo un poco. A nuestra apetecible perdiz, que sigue con sus escritos prosaicos, le comentaría que denota cierta envidida hacia los amantisimos hermanos de la meritocratica. Señores de tal talante, profesionalidad, buen gusto en las maneras, servidores fieles de esta venerable, no se merecen tales comentarios. Preocupate de hacerte querer, colaborando con ellos, expresandoles tus sentimientos cofrades y cogiendo destornillador.
Querido lince, deja en paz a la perdiz, hombre. No ves que te sonsaca y acabaremos, poco menos, como el rosario de la aurora. Por lo que respecta al sacristán, bueno sería también que lo dejaramos con sus importantes tareas. De otra parte, gracias por tan justos y equitativos epítetos hacia nuestra Orden. Tu admirado Porcel, nuestro amado presidente, no sé si tiene concedidos en nuestros estatutos alguna prerrogativa especial en cuanto a la concesión de tan respetable uniforme.De cualquier manera espero que, llegado el caso, comparta con el resto de sus humildes subalternos las dádivas que por cualquier motivo le hicieran llegar.
No será posible que esta humilde ave maneje destornillador, las alas que la impulsan al cielo, le impiden las labores manuales, y aún cuando sorprenda, lejos de estar tras la sudadera, prefiere el anonimato reclamado por alguno, y si es posible, no aparecer en las fotos. Sólo pretende el ave pasar alegre sus dias cantando, y cuando es posible, algunos buenos ratos con miembros de su especie. La envidia, que sí podría reconocer, lo es por no poder volar en todas las ocasiones hacia lugares que tiene por placenteros. Si por la elección del atributo escogida por el ave de la Orden de Montadores, se han herido algunas suscepctibilidades, lo lamenta, pero no deja de ser cierto como el propio Montador reconociera, que el posible vuelo rasante del "pajaro del Huerto", no denota pericia en los excelsos miembros de la reiterada Orden. La lectura interlineal que se requiere, se procura practicar, pero el ave recelosa se muestra de enemigos "velados", que pudieran su vida hacer peligrar. Para concluir, no es partidaria el ave de sobornos ni dadivas en frutos de la vid o en carnes que se predica para la obtencion de la sudadera, por mucho deseo que algunos tengan de ella.
Altiva y esbelta perdiz, te honra el querer hacer de tus dias un "bel canto", sinfonias de gorgoritos y cuchichi, para que todos te podamos disfrutar. Se sigue observando, como no intentas apreciar la labor sufrida de los componentes de la meritocratica, autenticos paladines de black decker y demas utensilios de montaje, estrujandose los sesos para la realizacion de dichosos eventos, los cuales, logicamente necesitan saciar a base de viandas y buen caldo para proseguir con tan ardua tarea, siendo la paloma que encontraste, un poco zizañera, ya que y por seguro lo doy, a tu lindo pico alguna miguita y sorbito hubiera llegado engrasando tu precioso gaznate. Desde aqui tambien niego, el intento de soborno al que aludes, consideralo simplemente gratitud. "Vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero." He dicho.
No dude el felino que cualquier aporte alimenticio hubiese aceptado la perdiz, de hecho si algo tiene aprendido de la vida, es que aquellas ocasiones que te brinde la misma, procures aprovecharla, porque ocasión presentada y no aprovechada es ocasión perdida. En cuanto a la sufrida labor de los miembros de la Orden, creo que te equivocas en los sentimientos que me hacen sentir, no sólo aprecio la sufrida labor que desarrollan, que siendo meritoria, es posiblemente "manifiestamente mejorable", como se decía de otros aspectos en éste blog, sino otras cualidades, bien es cierto que de cariz más humano y menos material. En orden a la gratitud a la que aludes, entiende el ave, que no ha de verse como contrapartida a algo material, la gratitud se ha de manifestar siempre, pero en mayor medida ante actos de amistad, hermandad, solidaridad, y todos aquellos que no lleven implícita una contraprestación.
Crónica de nuestra Redacción.-
ResponderEliminar¡ Qué divino este momento...!
Igual que en la letra del famoso pregón, tantas y tantas veces cantada por quien ya todos sabemos al finalizar el solemne desfile de nuestra querida Hermandad, una vieja aspiración de algunos de nuestros cofrades se hizo realidad en la noche de ayer.
Tras una agotadora peonada de montaje, en la que el Ángel que ofrece el Cáliz de la Pasión a Nuestro Señor Jesucristo en la Oración del Huerto ( vulgo pájaro del Huerto )estuvo una vez más a punto de cumplir su viejo sueño de volar solo, los cofrades felizmente reunidos marcharon hacia la casa Hermandad portando, a la vez, diversos enseres y ajuraes de los altares de nuestro Quinario. Una vez allí, se inició la ceremonia de imposición de sudaderas oficiales, no sin cierta confusión, que todo hay que decirlo, y en la que nuestro Secretario Francis, fruto sin duda de la emoción- ver última foto de la serie- fue el primero que consiguió ponérsela. Luego se la tuvo que quitar, ya que no era la que previamente tenía asignada. En fin, una vez superados estos pequeños inconvenientes, se procedió a revestir de honor a los renombrados de la Orden, recordando con nostalgia al sexto y travieso miembro, ausente como todos sabemos al vivir en la capital de Andalucía, y al que aprovechamos la ocasión para mandar desde aquí un afectuoso y cálido abrazo.
Una vez realizadas las fotos de rigor, de las que nuestro blogger como ven no ha tardado en dar veraz información, y tras ser requeridos por nuestro párroco y consiliario para una misión acorde a nuestra especialización montadora, procedimos, con esa liturgia tan nuestra, a revivir otra de nuestra ancestrales tradiciones. Y es que a pesar de los imponderables, la morcilla y el salchichón caseros de nuestro amigo J. Villatoro pudieron ser nuevamente degustados gracias a la infinita generosidad de su señora madre, Dª Agustina, presente como todos los años en los halagos y parabienes con que los miembros de nuestra Real, Meritocrática y Primitiva Orden solemos reconocer tanto bien como hace a nuestros paladares.
Concluyó tan feliz jornada con una breve despedida, quedando emplazados de nuevo para esta tarde- ya con el uniforme obligatorio- que entre pegos y tonterías, al paso le quedan, por lo menos, dos peonadas largas.
Este arte no se pué aguantá. Impresionante los momentos que tuvisteis que vivir, que color, que viandas, que barriguitas, y fondones que se les ve a todos. Momentos para el recuerdo. Del color de las sudaderas, no hare mencion especial, y vuelvo a reiterar mi lógica imposicion de sudadera. Que ilusion
ResponderEliminarVerde, querido lince, el color de las sudaderas, como no podía ser de otra forma, es verde, verde Vera- Cruz. Hombre, no pretenderás que las pongamos...
ResponderEliminarEn cuanto a tu exigida imposición debo advertirte que en el día de ayer ya hubo quien comenzó a acumular créditos. No te puedes imaginar qué cantidad por algunos en el momento de subir a Hugo. Y menos mal que nuestro querido michelna estaba acabando de pinchar, con su maestría habitual, la cera del palio y no quedó para la posteridad tan dramático y angustioso momento.
Digo yo que podías dar una escapadita desde Zaragoza y dignarte a acompañarnos en el montaje. Así irías acumulando méritos y todo sería mucho más fácil ( lo de la sudadera me refiero ). Salchichón y morcilla ( gracias de nuevo Dª Agustina ) no quedaron, tal era el hambre provocada sin duda por las fuertes emociones vividas, pero hay en el cuartelillo unos montaditos de bacalao para chuparse los dedos ( y las manos, y los codos, y el antebrazo y el cuerpo entero a poco que te descuides con el aceite).
Te esperamos.
Gracias por la invitacion. Espero Dios mediante poder asistir a tan emotivos momentos y hacer los meritos que se me requieren para la sudadera, pero, ¿si yo no doblo el espinazo, lo podria hacer el monaguillo de la iglesia, por ejemplo?. Es que a mi me gusta delegar en otras personas y creo idoneo que esa figura de negro con cuello bordado en en encaje blanco pueda realizar los trabajos requeridos, logicamente supervisados por la meritocratica (Dios, como me gusta este nombre).
ResponderEliminarDejaro de panplina y chumina, y ya savei, una sudaera es pa mi
ResponderEliminarEl Krak
Ah, lince, qué equivocado estás. No es monaguillo, tiene cerca de medio siglo de vida y ejerce labores de sacristán. Quien se vé en la foto publicada el otro día, a pesar de tu ojo de lince, es el sacristán.
ResponderEliminarEn cuanto a tu propuesta, pues, cómo te lo digo. Si eres capaz de que acepte tu delegación de funciones habrás conseguido no una simple camiseta, sino el extraordinario mérito de haber sido el primero. En fin, los trabajos de Hércules al lado de lo que propones son infantiles juegos de niños.
En lo que sí te doy enteramente la razón es en que "impresiona". Te cuento una anécdota. En el pasado 2007 celebramos aquí en Castro un Encuentro Diocesano de Hermandades de la Vera Cruz. Entre las muchas personas que nos acompañaron aquel día se encontraba el Cronista Oficial de la vecina localidad de Espejo. Cuando acabó la Santa Misa que había programada, en la puerta de la Iglesia, se acercó a un grupo de hermanos que departíamos por allí para felicitarnos cortésmente por la organización de aquellos actos. Gentil y educado, nos relataba que le había encantado todo. Lo que más, la sobriedad del sacristán durante toda la Eucaristía. Afirmaba Miguel Ventura, que así se llama el cronista de Espejo, que parecía sacado de un cuadro de El Greco o de cualquiera de los pintores del S. XVI. Y es que, según nos decía, tal era la magnífica impresión que le había causado.
Para el Montador
ResponderEliminarNo está nada bien el faltar a la verdad.
Esta misma mañana, al cruzarme a la hora del comedero con una paloma, pude departir con ella, y me informó del festín que, donde ella piensa anidar, se procuraban un grupo de humanos, varios de ellos ataviados con la misma indumentaria, y haciendose agua su pico, de los restos que pudieran quedar. Más para su desgracia observó cómo el resto de la chacina que los humanos no engulleran, era recogida y puesta a buen recaudo de su pico.
Si no deseas compartir la morcilla, inventate otra excusa.
Verdaderamente es un sacristán, pero tan casto varón, no sería capaz de ayudar a un alma caritativa y dadivosa como yo, que estoy bastante trabajao, y por lo que parece él esta mas fresco que una lechuga, con años esos sí, pero demuestra estar entero. Posiblemente podria llegar a un acuerdo bastante sustancioso, y conseguir por fin la esperada sudadera. Y sino se lo haría llegar a mi querido y admirado Porsel, que sigo sin saber nada de esta criatura y siempre me comentaba que el primero que daba el callo era él, aunque según cometarios tuyos sufre de ciertos vértigos y achaques, supongo que serán los propios de la edad. Tambien le haria una oferta jugosa que no podria rechazar, unas pocas arrobitas de liquido sagrado, dulces y tiernas criaturas de medias finas y curvas vertiginosas, en fin de todo un poco.
ResponderEliminarA nuestra apetecible perdiz, que sigue con sus escritos prosaicos, le comentaría que denota cierta envidida hacia los amantisimos hermanos de la meritocratica. Señores de tal talante, profesionalidad, buen gusto en las maneras, servidores fieles de esta venerable, no se merecen tales comentarios. Preocupate de hacerte querer, colaborando con ellos, expresandoles tus sentimientos cofrades y cogiendo destornillador.
Querido lince, deja en paz a la perdiz, hombre. No ves que te sonsaca y acabaremos, poco menos, como el rosario de la aurora. Por lo que respecta al sacristán, bueno sería también que lo dejaramos con sus importantes tareas.
ResponderEliminarDe otra parte, gracias por tan justos y equitativos epítetos hacia nuestra Orden. Tu admirado Porcel, nuestro amado presidente, no sé si tiene concedidos en nuestros estatutos alguna prerrogativa especial en cuanto a la concesión de tan respetable uniforme.De cualquier manera espero que, llegado el caso, comparta con el resto de sus humildes subalternos las dádivas que por cualquier motivo le hicieran llegar.
P.S.¡¡¡Cómo me gusta que te guste el nombre!!!
No será posible que esta humilde ave maneje destornillador, las alas que la impulsan al cielo, le impiden las labores manuales, y aún cuando sorprenda, lejos de estar tras la sudadera, prefiere el anonimato reclamado por alguno, y si es posible, no aparecer en las fotos. Sólo pretende el ave pasar alegre sus dias cantando, y cuando es posible, algunos buenos ratos con miembros de su especie. La envidia, que sí podría reconocer, lo es por no poder volar en todas las ocasiones hacia lugares que tiene por placenteros. Si por la elección del atributo escogida por el ave de la Orden de Montadores, se han herido algunas suscepctibilidades, lo lamenta, pero no deja de ser cierto como el propio Montador reconociera, que el posible vuelo rasante del "pajaro del Huerto", no denota pericia en los excelsos miembros de la reiterada Orden. La lectura interlineal que se requiere, se procura practicar, pero el ave recelosa se muestra de enemigos "velados", que pudieran su vida hacer peligrar. Para concluir, no es partidaria el ave de sobornos ni dadivas en frutos de la vid o en carnes que se predica para la obtencion de la sudadera, por mucho deseo que algunos tengan de ella.
ResponderEliminarAltiva y esbelta perdiz, te honra el querer hacer de tus dias un "bel canto", sinfonias de gorgoritos y cuchichi, para que todos te podamos disfrutar. Se sigue observando, como no intentas apreciar la labor sufrida de los componentes de la meritocratica, autenticos paladines de black decker y demas utensilios de montaje, estrujandose los sesos para la realizacion de dichosos eventos, los cuales, logicamente necesitan saciar a base de viandas y buen caldo para proseguir con tan ardua tarea, siendo la paloma que encontraste, un poco zizañera, ya que y por seguro lo doy, a tu lindo pico alguna miguita y sorbito hubiera llegado engrasando tu precioso gaznate. Desde aqui tambien niego, el intento de soborno al que aludes, consideralo simplemente gratitud. "Vivo sin vivir en mi y tan alta vida espero." He dicho.
ResponderEliminarNo dude el felino que cualquier aporte alimenticio hubiese aceptado la perdiz, de hecho si algo tiene aprendido de la vida, es que aquellas ocasiones que te brinde la misma, procures aprovecharla, porque ocasión presentada y no aprovechada es ocasión perdida. En cuanto a la sufrida labor de los miembros de la Orden, creo que te equivocas en los sentimientos que me hacen sentir, no sólo aprecio la sufrida labor que desarrollan, que siendo meritoria, es posiblemente "manifiestamente mejorable", como se decía de otros aspectos en éste blog, sino otras cualidades, bien es cierto que de cariz más humano y menos material. En orden a la gratitud a la que aludes, entiende el ave, que no ha de verse como contrapartida a algo material, la gratitud se ha de manifestar siempre, pero en mayor medida ante actos de amistad, hermandad, solidaridad, y todos aquellos que no lleven implícita una contraprestación.
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