Para ir avanzando en el relato de todos los actos de este pasado Domingo de Pasión, hacemos referencia hoy a la invitación que se nos participó a través de nuestro Albacea Mayor por parte del Ensamble "Ad Libitum" para la II Audición Musical de Cuaresma celebrada en la Iglesia de Madre de Dios de esta Muy Leal Villa. El acto fue presentado por nuestro hermano crucero don Antonio T. Pineda Navajas, quien, con su habitual interés y maestría, esbozó en unas pocas líneas la historia extramuros de tan maravilloso y querido enclave, las advocaciones que en algún momento de su existencia habían recibido, o siguen recibiendo, culto en el citado templo y alguna que otra anécdota aurorera acaecida alrededor del mismo. Del mismo modo actuó para con los componentes de este grupo de música culta, de los que destacó cariñosamente tanto su profundo amor por tan noble arte como su juventud, la cual, según afirmó, no había tenido necesidad de recurrir a modelos importados para poder desarrollarse con total conciencia y plenitud.
Acto seguido comenzó el previsto programa de audición, compuesto por una magnífica variedad de piezas de corte clásico en este tipo de música. Entre ellas se fueron intercalando alguna que otra saeta, así como interpretaciones de nuestros cantes autóctonos más semanasanteros, tales como pregones y samaritanas, y una composición cantada por la Escolanía. Todas fueron ejecutadas por alumnos de las Escuelas de Música y de Saetas. Antes de llegar al momento culminante del acto, tomó la palabra uno de los componentes del Ensamble, quien nos realizó una cordial y entrañable semblanza de su amigo Pedro Granados Millán en este día tan importante para él en el que se presentaba en público su primera obra, un Stabat Mater dedicado a María Santísima de los Dolores, Titular de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz, Institución a la que, según nos participó Miguel Millán López, Pedro se siente muy vinculado desde pequeño cuando, junto a su padre, salía empujando el paso de nuestra Excelsa Madre Crucera.
Tras la magistral y emotiva interpretación del nuevo Stabat Mater, se produjo el acto de entrega de la partitura original -momento que recogen las imágenes- a nuestra querida Congregación, que en la persona de su Albacea Mayor la aceptó, pasando a formar, de ese mismo momento, parte muy importante de nuestro, cada vez mayor, acervo musical propio. Sólo resta, tal como hicimos personalmente al finalizar el acto, expresar de nuevo nuestra felicitación y enhorabuena al autor de la partitura, a los componentes del Ensamble y a cada uno de los intervinientes. Lo dicho, desde Vera Cruz La Primera felicidades a todos por tan magníficas actuaciones.
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