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Romanos

Dentro de los desfiles procesionales de la Semana Santa de Castro del Río, y más concretamente en sus tres Hermandades cuatro veces centenarias, existe una figura alegórica de una extraordinaria importancia. Ésta no es otra que las escoltas romanas que acompañan a los Titulares de cada Cofradía. Marcial, sobrio y disciplinado, el romano de Castro cumple su particular y peculiar penitencia acorazado con cuero o metal y envuelto en mantos de suave terciopelo. Brillantes cascos de vistosas plumas dan un toque pintoresco a los que, más que escoltar a Jesús en los diversos momentos de su Pasión, lo acompañan y protegen en una pública expresión de auténtica fe y devoción.

En la Estación de Penitencia de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz existe desde tiempo inmemorial la figura del soldado romano integrado en los desfiles del Jueves Santo. Sujetos a las vicisitudes propias de cada momento histórico, en los que se suceden períodos de auge con otros de menor esplendor, las diversas escoltas romanas acompañan desde al menos los últimos años del S. XVII la imagen de Nto. Padre Jesús Preso, haciéndolo en épocas posteriores con otros Titulares de nuestra Cofradía. Tanto es así, que en un testamento de 1701 otorgado por el Hermano Mayor de la Vera Cruz, licenciado D. Alonso de Elías Navas y Roldán, encontramos la primera referencia histórica de los romanos en nuestra Villa, quedando por tanto demostrado que es en esta Hermandad donde originariamente desfilan, haciéndolo posteriormente en las otras dos Instituciones centenarias de nuestro pueblo. No existen más referencias escritas hasta el año 1882, donde en un acuerdo de Cabildo de la Cofradía de la Soledad, y ante la petición de uno de sus hermanos, se hace mención expresa tanto de la asistencia del pendón de la Vera Cruz a los entierros de los miembros de la citada Cofradía como de la participación de nuestra escolta romana en el desfile del Viernes Santo. En 1900, y en el "Diario de Córdoba", en su crónica del 19 de Abril, se relata la composición de nuestras escoltas, que en ese tiempo eran dos, ambas con banderas, tambores y bocinas.


Tras los luctuosos sucesos del primer tercio del S. XX, y a pesar de las enormes dificultades que acarreó el delicado momento histórico, los romanos de la Vera Cruz siguen fielmente cumpliendo con su misión de escoltar a Jesús Preso. Es en 1941, con la reestructuración de la Cofradía, cuando se asientan definitivamente en su estructura y organización, siendo ambas tremendamente similares a las actuales. En 1943 se nombra capitán a Manuel León Robles, que es sustituido posteriormente en el cargo por José Mendoza Gutiérrez y Joaquín Reinoso Bracero. Inmersos en épocas de escasos recursos de todo tipo, poco a poco se van adecentando los diversos enseres que utilizan para el desfile, siendo a principios de la década de los 70 del pasado siglo cuando se incorporan las vistosas corazas metálicas que actualmente procesionan, innovándose paulatinamente el resto del vestuario.


Tenemos que destacar dentro de esta pequeña historia un hecho que encierra vital importancia para comprender la particular idiosincrasia de los romanos, no sólo de la Vera Cruz, sino del resto de las escoltas de Castro. Hasta 1960 aproximadamente, los romanos eran compensados económicamente por realizar su labor, siendo en su gran mayoría personas totalmente desvinculadas de las Cofradías y ajenos completamente al devenir cotidiano de éstas. Es a partir de ese año, y ante el plante del año anterior tanto en la Hermandad de Jesús, de forma parcial, como en la Hermandad del Santo Entierro, donde la negativa a salir, y a excepción del Escuadrón de Caballería, es total, cuando las escoltas romanas comienzan a nutrirse de jóvenes que realizan su labor de forma altruista, más próximos muchos de ellos y en diversos grados al mundo cofrade de nuestro pueblo. Incluso los capitanes que sustituyen a los antiguos “profesionales” toman tan en serio su labor que se produce una auténtica revolución dentro de las diversas escoltas. Personas como José Mª Rodríguez-Carretero Criado y Vicente Cruz Casado, éste en menor medida, son los eslabones que unen la antigua concepción de entender los romanos con la que incipientemente comienza a surgir.


Tal es el auge que los romanos toman en nuestra Hermandad que una primera escuadra de gastadores introducida sobre 1970 y que desfila delante del Preso, haciéndolo la tradicional escolta detrás, es el inicio del período más esplendoroso que ha conocido esta alegoría dentro de la Hermandad de la Vera Cruz. En 1977, siendo capitán de la escolta José Mª Portillo Pulido y a iniciativa particular de un grupo de jóvenes que costean con sus propios medios la realización completa de los nuevos trajes, se introducen en el desfile procesional del Jueves Santo tres nuevas escuadras de gastadores que darán esplendor y realce al mismo, compactándose éste mucho más, al escoltar cada una de las mismas a los pasos de la Santa Vera Cruz, Nto. Padre Jesús en la Oración del Huerto y Nto. Padre Jesús Preso, quedando la primitiva escolta en su original ubicación, esto es, entre el paso del Preso y el de María Santísima de los Dolores.


Hemos querido destacar este hecho porque en ese año y los inmediatamente posteriores, muchos de los que se visten con estos nuevos trajes  acaban integrándose en el Turno de Mayores de nuestra Hermandad, provocando con ello una sinergia que llega prácticamente hasta nuestros días y que junto a la anterior realización en 1974 del paso de la Santa Vera Cruz, marcan el inicio de la espectacular expansión, en todos los aspectos, de nuestra secular Institución.

Ciñéndonos al tema que nos ocupa, y ya como referencia al último cuarto de siglo, destacar el incesante incremento de personas que desean efectuar la Estación de Penitencia en nuestro Jueves Santo vestidos de romanos. Son épocas de esplendor, en las que incluso existen listas de espera provocadas por el  desmedido afán de escoltar nuestras Benditas Imágenes. Juan Porcel López, Nicolás Millán Carpio y Francisco Porcel López ocupan durante este tiempo el puesto de capitán de la escolta, siendo Jesús Cruz Urbano quien actualmente ostenta dicho cargo. Señalar, como hemos apuntado antes, y como consecuencia de la progresiva integración de los romanos en nuestra Hermandad, el hecho de que los cinco últimos capitanes son Hermanos del Turno de Mayores de la Vera Cruz.


Para terminar esta breve historia de más de tres siglos de romanos en nuestros desfiles procesionales, simplemente desear que esta importante figura siga contando con el mismo vigor y la misma fuerza de épocas anteriores, esperando que tanto por parte de nuestra Hermandad como de las personas que deseen cumplir con esta particular penitencia existan siempre los cauces necesarios que lo permitan.







© Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz
Castro del Río

Agosto a.D. 2011

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