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lunes, 30 de abril de 2012

La cuestión es no parar

Hace ya dos semanas, como tradicionalmente vienen haciendo, lo que queda de Meritocrática estuvo limpiando la cera de las tulipas guardabrisas del paso del que siguen siendo auténticos expertos en su montaje. A modo de crónica, tan especializado trabajo no pudo comenzar hasta que se recompuso, escoba en mano, el desolador aspecto que presentaba el escenario tras la dura batalla de "La Taleguilla". Una vez superadas las previas, la anual lección de termodinámica: conjugar en beneficio de la necesidad cofrade la acción del calor y el frío, del agua en sus distintos estados. Si a ella se añaden unas gotitas de ciencia y se deja todo en remojo hasta que un tiempo prudencial y la alquimia terminen por cumplir con su cometido, la cera se quita con la mano, y, lo más importante, sin quemarse los pelillos. Aplíquese posteriormente un poquito de limpiacristales doméstico, séquese éste con papel industrial y todo, como por arte de magia, volverá a quedar reluciente, como si fuera nuevo, listo para el futuro desfile. Termínese la acción envolviendo el arbóreo en plástico de burbujitas y similares y guárdese el conjunto en lugar seco y oscuro, que ya se encargarán los muchachos de los barrocos altares de ensuciarlos el año próximo antes de Semana Santa. Señor, cuánta paciente nobleza hay que derrochar.

En medio de todo aquello, una  de las tardes, dos hermanos que habían subido a la Casa Hermandad a otra misión particular, preguntaron, con cara de asombro ante la escena, qué era lo que se estaba haciendo. Limpieza, conservación, protección del patrimonio, trabajo por la Hermandad... contestaron los que allí estaban. Uno de ellos, mostrando cierta incomodidad, se interesó de inmediato por el proceso técnico; el otro, que lleva menos tiempo con nosotros, no conseguía dominar sus aparentes signos de incredulidad. No sabemos si eran provocados por la ocupación de aquellas personas o por la definitiva constatación de una realidad de la que, probablemente, oía relatos algunas veces pero que no había tenido la oportunidad de ver nunca en directo: la Semana Santa necesita gente que se preocupe por y para ella muchos días al año, bastantes más de los que van del Viernes de Dolores al Domingo de Pascua. Ambos, tras unas breves explicaciones y, más breve aún, intercambio de pareceres, fueron invitados a colaborar en la limpieza, un poner, de la candelería del paso de la Virgen, por aquello de la saludable confraternización entre la teoría y la práctica, entre el movimiento y su demostración, entre las palabras y los hechos, por tantas lejanas aspiraciones y, al fin, tantos sueños cumplidos... Nada, nada, nos habéis convencido. Contad con nosotros, pero hoy no... mañana (Mota dixit). Es que, veréis... esto, no sabéis la cantidad de cosas que todavía tenemos que hacer... ni las prisas que llevamos.¡Dejadnos respirar, hombre, no seáis "jartibles"!

Llevaban razón.Toda la razón. No se puede agobiar así a la gente, porque otra cosa no, pero "jartibles" hay que ver el desorbitado e ingente número de ellos -y no para de aumentar- que atesora esta Hermandad. Ahora bien -salvando las más que prometederas incorporaciones citadas en el párrafo anterior, que no sabemos aún por dónde van a romper-, entre tantos, si alguien hay merecedor de la "prestigiosa" medalla al mérito y a la constancia cofrade con distintivo verdino, éste no es otro que nuestro actual Albacea Mayor, dignísimo sucesor de uno anterior que, según contaban sus contemporáneos, se pasaba el año inventando con el único y primordial fin de dar trabajo. El de ahora, que no le va ni mucho menos a la zaga, no se toma un respiro ni por Pascua. Y es que, como ya se ha informado, uno de los muchos proyectos que le ronda la cabeza es la realización de una nueva corona para María Santísima de los Dolores, nuestra Dulcísima Madre Crucera, la Reina del Jueves Santo, aspiración en la que trabaja con mayor ímpetu, si es que cabe, desde que tuvo conocimiento del donativo de toda la plata necesaria para su cincelado.

Así pues, para general conocimiento, con esa característica e hiperactiva inquietud, comunicar que lleva fechas buscando diseños que se adapten a nuestras necesidades. Tanto es así que, en un correo, me ha enviado bien tempranito el enlace a una página repleta de coronas, y de más cosas. Aduce que pueden servirnos como inspiración para lo que queremos. Por lo que a servidor respecta os dejo con el enlace y con las fotos de las que más me han gustado. Esperamos vuestras opiniones y comentarios. En cuanto tengamos claro el diseño, podremos saber también el presupuesto. Aunque, bien pensado, la parte del vil metal la dejaremos para otro día, no sin antes recordar a la cantidad de devotos marianos la maravilla que podríamos crear con la voluntaria y generosa colaboración de todos. Total, unos eurillos más o menos no nos van a sacar de ningún sitio donde previamente no estemos ya metidos.


jueves, 26 de abril de 2012

Con mayor detalle

Coincidencia o no, ayer nos envió nuestro Albacea Mayor unas fotos que, a su vez, le habían sido remitidas por el propio Andrés Valverde de los nuevos angelitos del paso de María Santísima de los Dolores. Aparte de tener una mayor calidad que las publicadas el último día, estas imágenes dan a conocer una ingente cantidad de detalles de la policromía que en las otras no se aprecian, y que, sin lugar a dudas, son fruto de la dedicación profesional, de la laboriosidad y del gusto por lo bien hecho de la familia Valverde, apellido artesano cordobés que, por méritos propios, ha quedado ya indisolublemente unido a la historia de nuestra Venerable Cofradía y Hermandad como el gran realizador de muchos de los nuevos proyectos acometidos por la Institución en las últimas décadas del S. XX y las primeras del S. XXI.


martes, 24 de abril de 2012

Desapercibidos

Entre tanto ruido muchos no se habrán percatado ni de su presencia. Sobre todo los que, como decía un artículo cofrade que leí hace tiempo y que, por más que lo busco, no consigo encontrar para traerlo a este espacio, tradicionalmente vinculan su ancestral y antiquísimo compromiso a un crucial período de tiempo acotado por el inconfundible sonido que, con el intervalo de sólo unas horas, se repite dos veces. Una, la primera, cuando chirrían los cerrojos de la puerta mayor languideciendo la tarde y otra, la segunda, cuando vuelven a gruñir reinando ya la madrugada. Para no faltar a la verdad, a veces ni eso. O llegan tarde a la salida por culpa de sus vitales compromisos o se agotan tan rápido que su ineludible y sagrado designio no les da fuerzas ni para escuchar cómo se entristecen los viejos canceles cuando todo, de nuevo, ha vuelto a acabarse.

Pero, en fin, que como eso es materia de otro debate y de foro más adecuado, vayamos con lo de hoy. Y lo que toca es comunicar que llegaron el mismo Jueves Santo. Observen vuesas mercedes con atención: el mismo Jueves Santo a media mañana; ahí tienen otra fehaciente prueba de nuestra tenaz y denodada lucha en pos de conservar nuestras más identitarias tradiciones. Como digo, llegaron en silencio, envueltos en protector plástico de burbujas, de la mano de sus creadores, y aunque ya conocían el entorno por habernos visitado unas pocas fechas antes, fue en tan señalado día y momento cuando pudieron comprobar el simpar privilegio que la historia les tenía reservado: ser parte visible del majestuoso altar que los cruceros de Castro del Río, con mucho esfuerzo, están completando para rendir culto público a su Madre Celestial, proclamar a la Señora de la Villa cada Jueves Santo, anunciar y consolar al dolor de los Dolores, alabar con sincera devoción a la Santísima Virgen María, gloriosa abogada intercesora de tantos solícitos favores.

jueves, 19 de abril de 2012

Rendidos a la evidencia

Porque todos tenemos nuestro corazoncito, vamos a intentar dar hoy su más que merecido y bien ganado sitio a un grupo al que, desde su incorporación a nuestra Hermandad, nadie ha regalado absolutamente nada, al que bastantes, de una u otra forma, han despreciado, al que muchos, quizás demasiados, todavía no reconoce la capacidad suficiente para hacer las mismas cosas que otros, de la misma manera y con la misma entrega y sacrificio, ni mejor ni peor, sencillamente, por una ineludible cuestión física, diferente.

Y afirmo que nadie les ha regalado nada, porque, haciendo un poco de historia, desde el principio de su andadura crucera no han tenido más opción que luchar contra todo tipo de dificultades. Desde convencer a la Junta de Gobierno de que venían con un proyecto serio capaz de disipar todo tipo de temores, hasta salir sin banda o superar el handicap de tener que cambiar de capataz cada par de años.

Pero nada ni nadie las ha arredrado. Nada ni nadie ha podido doblegar su voluntad, ni su esfuerzo, ni su sentimiento, ni esa devoción que las impulsa a seguir cumpliendo su particular y dura penitencia de la misma manera que otros, con la misma entrega y sacrificio, ni mejor ni peor, simplemente… diferente.

Y porque la báscula derribó hace tiempo muchos mitos, porque realmente han aparecido poco por este espacio que siempre hemos pretendido sea voz e imagen de todos los que así lo deseen, porque en verdad se lo merecen, y porque para un servidor, con diferencia y sin ningún ánimo de polemizar, son la mejor cuadrilla que hay en esta Muy Leal y Noble Villa de Castro del Río, os dejo con unas fotos que, como podéis comprobar, corresponden a los ensayos y al Jueves Santo de este, en tantos sentidos, aciago año de 2012. Las imágenes nos han sido enviadas por José María López Montes, capataz de la Cuadrilla de Costaleras del paso de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto, amado Titular también de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz de Castro del Río.

Por todo, por tanto, mil gracias a todas y cada una por seguir cumpliendo fielmente, año tras año, con el dignísimo deber de mostrar a nuestro pueblo el momento más humano de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

Advertencia para misóginos y puristas:
No sigan bajando, algunas de las imágenes que a continuación se muestran, pueden herir su sensibilidad. Aparecen COSTALERAS (así, con mayúsculas).


jueves, 12 de abril de 2012

Statice

Statice, se llama Statice ( Limonium sinuatum) y no gerberas, ni alhelíes, ni jacintos, ni iris, ni el nombre de la madre de todas las flores ni nada que se le parezca. Simplemente Statice o también Estatice, al gusto. A fin de cuentas, como siempre, para seguir manteniendo la tradición, nada nuevo bajo el Sol. Sin remedio se llamaba la película.

Al tema, que es lo que realmente importa. No sé si os habéis fijado pero el exorno floral del paso de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto ha sido novedoso esta Semana Santa con respecto a otros años. Muchas han sido las personas a las que ha llamado la atención tanto la gama cromática utilizada como la peculiar distribución sobre el paso, la que permite esta curiosa flor cuyo nombre arriba hemos indicado y que se caracteriza, entre otras muchas cosas, por aguantar sin necesidad de agua bastantes más horas que otras.

Aclaradas tanto la filiación como las características del exorno utilizado, y para los que aún continuan creyendo que los pasos se montan y adornan solos y que no hace falta trabajarlos si para ello hay que renunciar a la cervecita o al cafelito, sin menoscabo de otras veleidades, traemos hoy unas fotos que demuestran justamente lo contrario.

A modo de crónica, para el que no lo sepa, deciros que este adorno floral, como refleja esta primera foto, se comenzó a realizar el Martes Santo por la mañana, con un primer trabajo -de chinos, casi-  que consitió en sujetar manojitos de flor a unos palillos de madera. Esta operación duró hasta las 20,30, momento en el que se comenzó a pinchar flor en el paso, tarea que hubo que suspender algo más de hora y media después por la inminencia de la entrada en la Parroquia de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Salud, la cual, como sabéis, tiene una Estación de su Vía Crucis en el interior del templo.

En primer plano el Statice

martes, 10 de abril de 2012

La gloria efímera


Poco a poco van llegando a nuestro correo imágenes de estas pasadas (por agua, también) Estaciones de Penitencia de Miércoles y Jueves Santo. Las que he recibido esta misma tarde no son, para ser exactos, precisamente de los desfiles, sino del pasado Jueves Santo por la mañana, cuando se están dando los últimos retoques, poco antes de ese momento único e íntimo en el que, henchidos de satisfacción, hay que dar gracias a Dios Todopoderoso por permitirnos ver, otro año más, la indescriptible estampa rebosante de belleza plástica que ofrecen todos nuestros pasos montados y listos para el desfile.

Entre todas las fotos que me han sido enviadas, alguna de ellas realmente buena, viene camuflada ésta que hoy publicamos. La instantánea recoge, como podéis perfectamente apreciar, el mal aspecto de un capirucho en su redondez rajado, maltrecho, arrugada por estrangulación su puntiaguda figura y condenado a la soledad y al olvido tras, según parece, atormentar durante cuatro interminables horas al que sólo días antes, con una mezcla entre barata eficacia y orgullosa suficiencia, anunciaba a los cuatro vientos su reciente confección.