Tal como anunciamos en días anteriores damos comienzo a la publicación del articulado constituyente de la Hermandad de Ánimas de Castro del Río aprobado en junio de 1499, el cual vamos a dividir en dos entradas. En ésta de hoy, además del preámbulo y los primeros veintidós capítulos, os dejo una foto de la primera página del manuscrito original donde aparece una cruz -perfectamente detallada por Don Manuel Nieto Cumplido en la exégesis realizada al texto estatutario que podéis encontrar en las anteriores entradas- y parte del texto en latín del Evangelio según San Juan (Cap. 1, 1-15) con su pequeño añadido.
Como en otra ocasión ya dijimos, este documento tiene la friolera de, al menos, quinientos doce años. Su estado de conservación es magnífico y hace unos días se nos concedió la posibilidad de digitalizarlo para una reproducción lo más exacta posible -estamos barajando distintas posibilidades- destinada a engrosar el archivo de nuestra Hermandad o, incluso, para exponerlo como prueba fehaciente del longevo pasado cofrade de Castro del Río en ese proyecto común de crear un Museo Permanente de Semana Santa que, desde hace ya algún tiempo, perseguimos todas las cofradías de Castro sin que, hasta la fecha, hayamos obtenido respuesta de la administración competente. Este feliz hallazgo podría servir para impulsar y consolidar definitivamente nuestras, cada vez más viejas, aspiraciones cofrades. Y es que, como bien dice Don Manuel Nieto, estamos ante un documento único, de los más importantes de Europa, que resulta clave para entender y explicar la religiosidad popular de la más alta Edad Media. Tenemos la inmensa fortuna de que este auténtico tesoro pertenece al acervo cultural, espiritual y religioso de nuestro pueblo, de Castro del Río. Qué menos que puedan tener acceso a él cuantos así lo deseen. En ello estamos.
Sr. Millán, quisiera que estas mis primeras palabras sean expresivas de mi mas sincera felicitación por la publicación de los estatutos y en general por el trabajo desarrollado a través del blog.
ResponderEliminarHe de decirle que el trabajo de Don Manuel Nieto cumplido es magnifico, no solo por el estudio sobre “ las cárceles del Purgatorio” sino por el análisis del contenido de los propios estatutos e indudablemente por la transcripción de su texto, sin esta ultima seria incomprensible para los profanos, entre los cuales me incluyo, entender los estatutos que, como resulta evidente, aparecen escritos en un castellano no muy usual en estos tiempos. Le reitero mi enhorabuena otra vez.
En cuanto al documento original, no se que decirle, creo que como Ud. indica constituye un verdadero y autentico tesoro del que debemos sentirnos orgullosos todos los castreños.
Por ultimo, una precisión, si su fecha de aprobación eclesiástica se corresponde con el 5 de junio de 1499, no podemos decir que el citado documento resulta clave para entender y explicar la religiosidad popular “de la más alta Edad Media”.
Afectuosamente S.S.Q.B.S.M.
Estimado Sr. SS… Muchas gracias por sus alentadoras palabras y por su felicitación, las cuales deberían ser dirigidas a quienes realmente la merecen, esto es, tanto al que descubrió la publicación del trabajo de Don Manuel Nieto, nuestro actual Albacea Mayor, como al propio historiador por su brillantísimo estudio sobre los citados Estatutos. Nosotros, los que intentamos mantener vivo este blog, como ya he dicho otras veces, somos simples heraldos, normales y corrientes mensajeros que gustosa y modestamente intentamos dar a conocer aspectos desconocidos de nuestra Hermandad y de nuestro pueblo que pudieran resultar de interés.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, coincido plenamente con usted en cuanto a la importancia del manuscrito original. Es un auténtico tesoro y, como tal, un motivo de orgullo para todos los que, de nacimiento o condición, nos consideramos hijos de la Muy Noble y Leal Villa del Guadajoz. Ahora bien, ya verá usted, con ese espíritu cainita que nos caracteriza, cómo por parte de las instancias correspondientes no se le da la importancia que merece. Llegados a este punto, sólo resta decir que por nosotros, por la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz, no han de quedar esfuerzos encaminados a poner esta auténtica joya de nuestro pasado a disposición de todos los castreños.
Por último, otra precisión. Cuando el otro día me refería a la más alta Edad Media, sabía que, pululando por aquí puntillosos históricos como usted, corría el riesgo de que fuera corregido por la expresión. Podía haberme referido a este determinado período histórico como renacentista, afinando como inmerso en el Quattocento, pero quise enmarcarlo así porque, como usted bien sabe, hay historiadores que no dan por concluida la Edad Media hasta que no se produjo el Descubrimiento de América, siete años antes de la aprobación eclesiástica de los Estatutos que nos ocupan. En consecuencia, si confrontamos ambas fechas y hacemos uso de la dinámica correctora que históricamente ha hecho llegar a nuestro país –nada digo de nuestro pueblo- cualquier movimiento cultural, político, filosófico o científico con, al menos, veinte años de retraso, creo que queda suficientemente explicado la datación del año 1499 como correspondiente a “la más alta Edad Media” por este su seguro servidor. De cualquier forma, no hay inconveniente de ningún tipo en denominarlo como a usted mejor le parezca. Como siempre, a su entera disposición. Un saludo.
Fe de erratas.-
ResponderEliminarEn el texto de la entrada donde figura "... explicar la religiosidad popular de la más alta Edad Media" deslicé un error, ya que el S. XV, efectivamente, no pertenece a la más alta Edad Media, sino a la más baja. Alertado del desliz en el día de ayer por un amigo, sirvan estas palabras para reconocerlo y para tratar de enmendarlo. Seguramente, era de lo que pretendía avisarme también nuestro comentarista SS... en su intervención de ayer. Gracias a ambos por prevenirme de mi equivocación. Es lo que tiene escribir sobre hechos históricos en directo. De todos espero la debida condescendencia para este, en bastantes temas, ignaro escriba.