Dice un viejo aserto que nadie quiere sus cosas porque sean las mejores, sino, simplemente, porque son suyas. Dice otro que la verdadera grandeza sólo se encuentra en las pequeñas, en las más cercanas, en las que nos hacen realmente felices. Para todos aquellos que siguen teniendo ambas definiciones siempre presentes, para todos aquellos que se siguen alegrando y enorgulleciendo con las nuestras, aquí os adjunto unas fotos de un reclinatorio y de un atril que, como sabéis, se están realizando en el taller de nuestros artistas de cabecera D. Andrés y D. Manuel Valverde, padre e hijo, hijo y padre, a los que, en todos los tiempos litúrgicos y especialmente en éste de Pentecostés, otorga el Espíritu Santo ese magnífico don con el que seguir fabricando auténticas obras de arte.
Deciros que el boceto original del reclinatorio es obra de nuestro Párroco y Consiliario D. Ignacio Sierra Quirós, y que está inspirado en... aquí lo dejo, porque a los más capillitas no les será difícil buscar la correspondencia con unas piezas que estamos hartos de ver y que espero sepáis decirme cuáles son. Otro detalle que podréis observar es que ambas llevan grabado el nombre de nuestra querida Institución. Ya sabéis, y si no yo os lo digo, que en tiempos no tan lejanos nuestros ancestros cofrades acostumbraban a pintar de verde todo lo que caía en sus manos como símbolo identificativo de la entera propiedad. Últimamente, y en vista de que a la nueva y pujante Alianza de Civilizaciones seguimos aportando más enseres que nadie, hemos decidido ir marcando nuestras cosas no vaya a ser que cuando, accidental o intencionadamente, cambien de sitio alguien pueda reclamar imposibles derechos. Es broma, pero no me digáis que no queda bonito. En fin, os dejo con las fotos que, como siempre, han sido aportadas por nuestro Albacea Mayor D. José Carlos Navajas Fuentes, el cual, y para vuestra información, ya se encuentra preparando material para los próximos proyectos que se aprobaron en el último Cabildo -Hacienda, auque seamos todos, puede esperar-. Ya iremos dando cumplida información. Un saludo.
P.S. El reclinatorio servirá para la Capilla y para que los nuevos hermanos del Turno de Mayores que se vayan queriendo unir a nosotros cada Dominica de Pasión presten el correspondiente juramento. En cuanto al atril, su función principal será la de permanente soporte para el nuevo Libro de Reglas que gentilmente nos ha donado como recuerdo de su mandato 2010-2011 nuestro hermano en Cristo D. Alfonso García de Dios Urbano.
Como ya viene siendo habitual, aunque sin dejar de sorprendernos, los trabajos de los talleres de Padre e hijo Valverde son una auténtica maravilla. Bien me hablaba el otro día el Señor Albacea de dichos trabajos, pero, y mira que el es capaz de vender bien las cosas, no alcanzaba yo a imaginar tal magnitud. Desde luego enhorabuena, tanto a quienes como de costumbre se encargan de tantos y tantos buenos proyectos, como a quienes lo realizan, un grandísimo trabajo, y un granito más de arena!!!!.
ResponderEliminarEn cuanto a la inspiración del boceto lo dejo para capillitas avanzados, a ver si así podemos ver aquí un poco más de colorido!!!
"Crisis?, what crisis?"
ResponderEliminarLegendario "elepe", lean los más jovenes "CD", y los novísimos "DVD o Blueray", como equivalente al palabro, el de la Banda Supertramp, que habría de ser reeditado, evidentemente con remasterización digital y adendado de diversos videoclips, para parangonar la alegría y bonanza económica que se palpa en el ambiente.
Angelitos, reclinatorio, atril, quizás alguna que otra adquisición más de aquí a la próxima Cuaresma.
¿Es que el Sr. Tesorero ha desaparecido de la faz terrenal?, ¿acaso padecerá algún mal, hubiere sido sedado con potente brevaje que impidierele sacar a relucir sus galas restrictivas en cuanto al gasto?
Cosas veredes amigo Sancho . . ., no me quedo con las ganas, "que faran fablar las piedras"
Paz y bien.