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miércoles, 15 de junio de 2011

Proyectos en marcha

Se acumula el trabajo, así que dejaremos para mejor ocasión los temas pluviales. Como ya comentamos el otro día, en el último Cabildo estuvimos analizando algunos nuevos proyectos que pudieran adaptarse a nuestra maltrecha situación económica y que, a la vez, fueran paliando algunas carencias estéticas y funcionales en nuestros distintos pasos.

Por lo que respecta al del Huerto y debido a la falta de luz que sufre el espacio que hay entre la imagen del Señor y la del Ángel, se estuvieron barajando varias alternativas, optándose al final por rechazar la idea de unos pequeños candelabros de tulipas guardabrisas a juego con los ya existentes y sustituirlas por las imágenes de unos arcángeles a los que habría que situar en sus manos- aunque no aparezcan en las fotos, al igual que las alas, os aseguro que las tendrán- una artística fuente de luz – hermoso farol, tintineante cirial…-. Estos son, y como podéis observar se encuentran todavía en un estado primigenio de realización. Miden entre treinta y cuarenta centímetros y a que no sabéis dónde están. Pues sí, en el taller de los Valverde. ¡Ah, qué tiempos! ¡Lo que hubiera disfrutado la fugaz y breve Meritocrática intentando no romperles las alitas o los deditos en los montajes!





En cuanto al paso de la Virgen de los Dolores pretendíamos buscar el efecto que veis en las dos siguientes fotos, o sea, eliminar los centros de flores de las esquinas- en principio delanteras y en cuanto se pueda en las cuatro- y situar en ellas alguna imagen como éstas:






Así pues, entregados totalmente a la causa nuestro Albacea y nuestro Artista, concluyeron en que podía servir para la misma las imágenes de estos angelitos vestidos- luego explicaré por qué en mi opinión han de ir así - y que tendrán una altura de unos cuarenta centímetros. Para que os vayáis formando una idea os dejo algunas fotos de los mismos. Éstas son:






Bueno, pues ya iremos viendo cómo va quedando todo. De cualquier forma, como os decía con anterioridad, particularmente prefiero que los angelitos vayan vestidos no por una cuestión de pudor ni nada parecido, sino porque imaginaros que hacemos unos semejantes a éste de la siguiente foto -realizado por Romero Zafra y que encontró nuestro Albacea en un museo de la ciudad de Murcia- con su carita de pocholongo y sus lagrimitas surcando sus sonrojadas mejillas. Imaginaros ahora el paso de los Dolores entrando en la calle Concepción, cuando comienza a sonar Amarguras y el palio se aprisiona en la estrechura. Imaginaros la escena y decidme, si delante lleva dos angelitos como el de la foto, cómo nos apañaríamos la cantidad de poetas -tanto precoces como tardíos- y prosistas varios que emborronamos cuartillas en este bendito pueblo para poder expresar la indescriptible emoción que nos embarga ante tan sublime escena. Ya digo, haría falta una cohorte de artistas literarios. Así que vestidos y un poco más delgados, por favor -mirad qué cara y qué cuerpo, con sus tenacitas en su manita y decidme si llevo o no razón-.




Por hoy, eso es todo amigos, como decía aquel cerdito de los dibujos animados de mi infancia - nada, que estoy sentimental-. Un saludo que se me están saltando las lágrimas como al angelito. Snif, Snif.... ¡Qué perrerón estoy pillando... !

P.S. Tengo más fotos del angelito de arriba y de un hermano suyo. En cuanto supere la tristeza, si queréis, os las cuelgo.

2 comentarios:

  1. Viento en popa a toda vela, desde luego, y a esperas que hacienda reclute en breve a nuestro albacea, como bien argumentabas antes, que no lo reclute por mucho tiempo, porque volvemos a estar espectantes e ilusionantes ante tantos y buenos proyectos que empezamos a vislumbrar. Una vez más, enhorabuena a todos los que haceis que esto sea prosblie, enhorabuena.

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  2. Si sere inocente . . . jejeje.

    Hasta se me ocurrio que lo de los angelitos, que no angelotes, era pura debilidad artística, y resulta que era una cabeza de puente.

    Por que, los angelitos estos, muy sanos y robustos se me antojan, y como dice el Tesorero, . . . habrá que pagarlos, ¿no?

    O . . . los conceden "gratis et amore"

    Paz y bien

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