Reiniciamos la publicación de lo que hemos dado en definir como documentos curiosos con uno que, a buen seguro, os va a gustar. Antes, una pequeña introducción para situarlo en su contexto. Como bien sabemos todos los que formamos parte del Turno de Mayores de nuestra querida Institución, la forma más corriente de recibir las citaciones para cualquier acto, especialmente los cabildos, es a través de un Saluda en el cual el Hermano Mayor nos participa de la correspondiente celebración. Un pequeño inciso: hombre, igual los que cohabitáis en la misma casa con más de un hermano en Vera+Cruz no lleguéis nunca a recibir personalmente una citación cada uno; unas veces será un solo Saluda con cuatro o cinco etiquetas pegadas en las que figuran los correspondientes nombres, otras un único sobre con varios Saludas dentro para que, una vez abierto aquél, los propios interesados se repartan las hojas entre ellos. Últimamente se ha puesto también de moda una nueva fórmula: si te pillan por la calle te dan un Saluda sin sobre, ni etiqueta, ni nada que se le parezca -ahorro elevado a, casi, la máxima potencia-. No todo queda ahí: para casos de extrema necesidad -ahorro elevado a la enésima potencia- otro gran paso para la Humanidad: te ven pasar, o tomando una cervecita, y a viva voz te anuncian que el cabildo es el domingo a las doce donde siempre; vamos, más que despachado. Hay que entenderlas, hermanos. Son las soluciones de nuestro equipo económico para tiempos de crisis. También las aplica para los de bonanza, no vayamos a relajarnos. Dispendios, como bien sabéis, los justos, que a ver cómo pagamos tantos delirios y tantos innecesarios despilfarros. Tacita a tacita, decía el anuncio.
A lo nuestro. Fijáos si es importante el tema de las comunicaciones que hasta los propios Estatutos vigentes reflejan con exactitud y claridad cuál es la forma de hacerlas, en qué plazo y con qué contenidos concretos. Consienten, empero, la figura de un cursor -avisador en román paladino- para realizarlas y por ahora, ni en los que nos fueron aprobados en el año 2000 ni en la posterior ampliación reglamentaria de 2008, se hace la más mínima referencia a la validez, o no, de las cursadas a través de las nuevas tecnologías -sms, mail...-. Habrá que consultarlo.
Como casi todo está inventado, aquí os dejo hoy un antiguo y sencillo modelo de citación, aunque no por ello menos efectivo. Una hoja impresa con los nombres de todos los hermanos del Turno de Mayores con un espacio al lado para que cada uno pudiera poner su firma o rúbrica, dándose así por debidamente convocado. Vamos, que quien no asistiera tendría que exponer en su descargo una buena excusa. Hablando de ellas, me acaba de venir a la memoria cuando Don Antonio Peñafiel -a quien Dios tenga en su Gloria- te reclamaba la tarea y uno, cómo decirlo, pues no la había hecho. Intentando hablar con la máxima credibilidad, cosa imposible para tan pocos años, uno exponía, luchando denodadamente por no tartamudear, que la tarea...verá usted, ayer pues..., no sé si sabe que..., sí hombre, que ya le comenté hace poco que a lo mejor hoy no... pero que mañana le prometo que traigo la tarea de todo el trimestre próximo, cuentas de dividir por tres incluídas... Don Antonio, circunspecto, te miraba por encima de las gafas mientras venía hacia ti para apreciar de cerca el supuesto mar de dudas y angustias que te azoraba; dibujando una mueca que nunca llegué a descifrar si era de sorna o convencimiento, decía:
-¡Individuo, tipejo indecente! medio minuto tiene usted para inventarse una buena excusa. Pero que sea buena -estas útimas palabras las solía exclamar con elocuencia mientras asía con fuerza los pelos de la patilla, empujándolos al mismo tiempo contra natura hasta conseguir que el poco aplicado alumno estuviera dispuesto a declararse culpable, incluso, de la muerte de Manolete si hacía falta- porque, en caso contrario, hablaré con su señor padre y no verá usted la luz del sol hasta que San Juan baje el dedo. En su infantil inocencia uno entendía que aquello podía alargarse indefinidamente en el tiempo. Vamos, que con un dedo de madera, como para albergar alguna esperanza...
Pues con lo que hoy nos ocupa pasaría poco más o menos igual. No valían las excusas -a no ser que fuera buena- para el sacerdote de aquel tiempo, Don Julián Caballero Peñas -el primer nombre que aparece en la segunda hoja-. Y es que para tener que poner en marcha una medida de este calado, ya os podéis hacer una idea de la necesidad que había de obligar a estos hermanos de 1953 a que asistieran a los cabildos para intentar comprometerlos de alguna forma con la Institución. Todo era debido a que, tras su reorganización en 1941, la Hermandad se encontraba prácticamente inactiva, languideciendo poco a poco, llegando a darse el caso extremo de no realizar, en los años posteriores a la fecha de estos documentos, más actividad que el desfile procesional del Jueves Santo. Entre los pocos que eran -treinta y tres, el número mágico de la Semana Santa de Castro- y el tiempo histórico que les tocó vivir, Don Julián, que según cuentan era un cura de armas tomar, inventó este novedoso sistema para citar, obligando su asistencia, a los reticentes hermanos; en el fondo no era sino una forma de solicitar un más firme compromiso en pos de que la Hermandad no desapareciera. Aún así, como decíamos en una entrada anterior, hubo que esperar a la "Taleguilla" de 1971 para comprometer una Junta de Gobierno dispuesta a trabajar por la secular Congregación. Hoy, cuarenta años después, a fe que lo hicieron. Lo que sí desconozco, y mira que he preguntado, es el castigo a aplicar sobre aquellos ausentes no debidamente excusados. Supongo que no se les tiraría de las patillas ¡con lo que dolía aquello! Es broma ¿Algún silicio, o algo parecido, tal vez? Sigue siendo broma.
Por hoy, punto y final. Leed los nombres que aquí aparecen. Muchos comprobaréis que pertenecen a vuestros padres o abuelos, a tíos o parientes. Nada nos gustaría más que nos dejaráis algún comentario al respecto. Sólo dos de ellos siguen perteneciendo al Turno de Mayores, el nº 1 actual, Don Francisco León Moreno y el nº 2 de los que aún somos, Don José Antonio Luque Serrano.
P.S. La página que hemos dedicado a los romanos de nuestra Hermandad ya la tenéis casi hecha, aunque aún no completamente terminada. En cuanto haya tiempo procederemos a configurar su aspecto definitivo. Otra cosa: el personal que, voluntariamente, se ha ofrecido a realizar algunas tareas para las nuevas páginas ya está tardando. Aunque no estamos tan mal, al loro, como dicen los de la esquinita, no vayamos a tener que pegar algunos tirones en las patillas mientras se oye aquello de "tipejillo indecenteeeee, la tareaaaaaa". Saludos.
En primer lugar, felicitar a los administradores de este espacio virtual por su nueva y renovada imagen. Michelna con el manejo del sistema binario del blog y Nicolás dsempolvando "palimpsestos" y armándolos de contenido, son un tándem perfecto para el pedaleo de la actualización. Sobre todo cuando hoy en día acaba todo con la coletilla informática de 2.0, jeje...
ResponderEliminarEn lo que atañe a esta última entrada, no sabemos si a partir de esta medida habría quórum en los cabildos. No quiero ni pensar las represalias de este sacerdote cuales serían respecto a los hermanos. Lo mismo habría que preguntarle a estas dos personas que siguen entre nosostros.
Un saludo a todos