Muy buenas tardes a todos. Un año más hemos puesto broche de oro a nuestro año cofrade. La Taleguilla, como siempre, ha marcardo el final de otro nuevo curso, aunque, a estas alturas, y a título exclusivamente particular, ya no sé dónde empieza uno y dónde acaba otro. Deben ser, sin duda, las servidumbres del cargo, porque si no, a cuento de qué el "calaurón" que pillamos transportando el paso del Preso a Córdoba para que los autodenominados ¿galácticos? puedan estrenar respiraderos, Dios siempre mediante, el próximo año. Entre unos que no se habían enterado, otros que se perdieron por Córdoba y los de más allá que escurrieron el bulto, cuatro o cinco listos cumplimos la arriesgada misión de pasear un paso por mitad de las concurridas calles de la capital del Califato Independiente. Hasta unos tíos que había en un bar, entre grandes carcajadas, se ofrecieron para ayudarnos en el transporte. ¡¡¡ Señor, Señor, qué mayor se está poniendo uno para ciertas cosas!!! Menos mal que nuestro exquisito respeto a las normas de circulación- semáforos incluídos- colaboró para que ningún conductor estresado se acordara, seguro de mala manera, de nuestros ancestros.
P.S. La Taleguilla, queridos hermanos, consiste en llevar comida, cada uno la que estime conveniente. De esta manera hemos conseguido todos estos años de atrás, a bajo costo para la Hermandad y con el beneplácito de nuestro ínclito Tesorero, disfrutar de una auténtica degustación de distintos manjares. Como os empeñáis en cargaros todas las tradiciones, tengo que deciros que los dos esportones llenos de botellas de agua de fuego de diversas marcas, asustaban, joé, que sois capaces de beberos al manso, al Mediterráneo entero y al Océano Pacífico si se tercia. Un saludo.
Se podia haber avisado a todo el mundo de la misma forma, del cambio de sitio habitual. De todas formas los que tenian que estar, estuvieron,que es lo que interesa (a algunos).
No sé cual es la forma a se refiere cuando expresa que "Se podia haber avisado a todo el mundo de la misma forma, del cambio de sitio habitual.", pero tanto en éste mismo blog, como en la página y foro de la Hermandad, se publicaron anuncios. Empero ello, todo aquel que se hubiese trasladado a la Casa de Hermandad el Sábado en que se celebró la taleguilla, independienteente de que habría sido informado del cambio de sede, quizás se hubiese visto forzado a arrimar el hombro, ya fuere con la Hermandad, pues el Albacea tenía tajo para muchos, ya fuere colaborando en la ornamentación de los pasos de la Semana Santa Chiquita, que ocupaban el salon de la Casa de Hermandad, y que motivó el traslado que se comenta.
De otra parte, creo que estuvieron, no los que tenían que estar, sino los que desearon y mostraron deseos de estar, interese o no a tirios o troyanos.
Muy buenas tardes a todos.
ResponderEliminarUn año más hemos puesto broche de oro a nuestro año cofrade. La Taleguilla, como siempre, ha marcardo el final de otro nuevo curso, aunque, a estas alturas, y a título exclusivamente particular, ya no sé dónde empieza uno y dónde acaba otro. Deben ser, sin duda, las servidumbres del cargo, porque si no, a cuento de qué el "calaurón" que pillamos transportando el paso del Preso a Córdoba para que los autodenominados ¿galácticos? puedan estrenar respiraderos, Dios siempre mediante, el próximo año. Entre unos que no se habían enterado, otros que se perdieron por Córdoba y los de más allá que escurrieron el bulto, cuatro o cinco listos cumplimos la arriesgada misión de pasear un paso por mitad de las concurridas calles de la capital del Califato Independiente. Hasta unos tíos que había en un bar, entre grandes carcajadas, se ofrecieron para ayudarnos en el transporte. ¡¡¡ Señor, Señor, qué mayor se está poniendo uno para ciertas cosas!!! Menos mal que nuestro exquisito respeto a las normas de circulación- semáforos incluídos- colaboró para que ningún conductor estresado se acordara, seguro de mala manera, de nuestros ancestros.
P.S. La Taleguilla, queridos hermanos, consiste en llevar comida, cada uno la que estime conveniente. De esta manera hemos conseguido todos estos años de atrás, a bajo costo para la Hermandad y con el beneplácito de nuestro ínclito Tesorero, disfrutar de una auténtica degustación de distintos manjares. Como os empeñáis en cargaros todas las tradiciones, tengo que deciros que los dos esportones llenos de botellas de agua de fuego de diversas marcas, asustaban, joé, que sois capaces de beberos al manso, al Mediterráneo entero y al Océano Pacífico si se tercia. Un saludo.
Se podia haber avisado a todo el mundo de la misma forma, del cambio de sitio habitual.
ResponderEliminarDe todas formas los que tenian que estar, estuvieron,que es lo que interesa (a algunos).
Para el anónimo
ResponderEliminarNo sé cual es la forma a se refiere cuando expresa que "Se podia haber avisado a todo el mundo de la misma forma, del cambio de sitio habitual.", pero tanto en éste mismo blog, como en la página y foro de la Hermandad, se publicaron anuncios. Empero ello, todo aquel que se hubiese trasladado a la Casa de Hermandad el Sábado en que se celebró la taleguilla, independienteente de que habría sido informado del cambio de sede, quizás se hubiese visto forzado a arrimar el hombro, ya fuere con la Hermandad, pues el Albacea tenía tajo para muchos, ya fuere colaborando en la ornamentación de los pasos de la Semana Santa Chiquita, que ocupaban el salon de la Casa de Hermandad, y que motivó el traslado que se comenta.
De otra parte, creo que estuvieron, no los que tenían que estar, sino los que desearon y mostraron deseos de estar, interese o no a tirios o troyanos.
Un saludo, anónimo.