.

.

jueves, 12 de junio de 2014

Tenemos una joya barroca y algunos sin saberlo

Hemos hablado en otras ocasiones de la proliferación de "alados" que últimamente acompañan a nuestros Benditos Titulares. Cuatro "rebautizados" con la Vera Cruz, dos luminarios con el Huerto y cuatro glosadores con María Santísima de los Dolores. Mención aparte, "Hugo", el ángel confortador de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto. Recuerdo que, incluso, en alguna ocasión llegamos a agruparlos por su número, valga el símil, como un auténtico equipo de fútbol, celestial por supuesto, en el que el realizado por Miguel A. González Jurado en 1991 sería el capitán.

Pero ¡ay!, cuántas veces nos flaquea la memoria y olvidamos, siga valiendo la analogía, que todo equipo necesita de un buen entrenador. Nosotros no podíamos ser menos y también lo tenemos, el más antiguo de todos, el decano de cuantos alados tienen el privilegio de estar más cerca que nadie de nuestras Sagradas y Amadísimas  Imágenes. Éste no es otro que el pequeño Ángel confortador del antiguo misterio de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto, que procesionamos hasta mitad de la década de los noventa del pasado siglo y que, en la actualidad, recibe culto en la Iglesia de Madre de Dios de esta Muy Noble y Leal Villa del Guadajoz.

Agobiado por el paso del tiempo y escondido tras la pátina que inexorablemente imprimen tanto este juez implacable como tantas y tantas manos de buena voluntad y nula experiencia, su aspecto ajado y maltrecho llevó a la Junta de Gobierno recién sustituida a buscar una solución que devolviera tan magnífica imagen a un estado más acorde con su categoría artística. Dicho y hecho, el pequeño alado fue trasladado al taller de nuestros doradores de cabecera, los hermanos Castillo de Córdoba, los cuales, con su habitual maestría y buen hacer, han conseguido rescatar el esplendoroso ayer de la angelical policromía con el resultado que reflejan las siguientes fotos,






No me digáis que se ha quedado mal. Pues ahí no acaba todo. Como la cruz metálica que porta nuestro pequeño Ángel en su mano izquierda tiene un defecto en su patibulum y el cáliz de madera de la mano derecha presenta también algunas irregularidades, fue llamado a consultas nuestro orfebre de cabecera, Emilio León, el cual confirma lo que ya sabíamos en cuanto a su calidad artística, pide permiso para fotografiarla -estas fotos son suyas- y lanza la afirmación de que, con una alta probabilidad, nuestro angelito sea obra de Alonso Gómez de Sandoval (Córdoba, 1713-1801), imaginero considerado como un auténtico referente del barroco cordobés y autor de numerosas obras de carácter religioso. 

Por tanto, si la primera referencia que conocemos sobre la devoción a Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto data de 1633, caben, si se confirmara la autoría, varias hipótesis. Que en la citada fecha no hubiera imagen -puede que una pintura- aunque sí auténtica devoción por el momento más humano de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, que bien hubiera una imagen anterior a la que actualmente conservamos en Madre de Dios y que en un momento determinado fue sustituida, o que fueran las que han llegado hasta nuestros días las primeras que se realizaron aunque ya en el S. XVIII. Observad que tanto el Ángel como el Señor tienen bastante parecido físico, como si hubieran sido realizados ambos por el mismo imaginero. A la espera estamos ya de acontecimientos y opiniones de los expertos consultados a raíz de la vuelta al siglo del aspecto verdadero de nuestro pequeño alado. 

Como prueba para sustentar la hipótesis, un botón. Aquí os dejo algunas fotos de obras realizadas por Gómez de Sandoval. Repárese en los aspectos físicos. Para mayor información y más imágenes de este imaginero, en el "internel".




No hay comentarios:

Publicar un comentario