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martes, 1 de noviembre de 2011

Funesta manía

Como afirma el título de la entrada, funesta manía la que tenían  nuestros ancestros cofrades. Estaban obsesionados con pagar todo cuanto encargaban. Vamos, igualito que ahora. Por lo que respecta al exigente e importante esfuerzo que nos viene ocupando en las últimas entradas, y tal como ya anunciamos, vamos a ver hoy cómo se las compusieron para poder atender las 220.000 pesetas de la época que, como ya publicamos, importaron la mano de obra y el pan de oro del nuevo paso de la Santa Vera Cruz.

Antes de entrar en algunos datos que nos permitan fijar con precisión el "escenario económico" sobre el que se desarrolló la construcción, debemos aclarar, a la vista de la documentación que conservamos, que resulta difícil fijar con precisión las distintas partidas de ingresos y gastos de aquel ejercicio, ya que los únicos soportes contables que se conservan son éstos:


Para una correcta interpretación, debemos pormenorizar los distintos conceptos expresados en estas notas manuscritas. Como se puede leer, el capítulo de 120.000 ptas. corresponde a unos préstamos que se suscribieron por los hermanos de la Cofradía don Rafael Polo Barranco (50.000), don José Gómez Millán  (50.000) y don Joaquín Criado Luque (20.000). El segundo concepto (20.000) refleja la cuantía de una letra de cambio negociada en el extinto Banco Hispano Americano (ha acabado siendo Banco Santander) y que fue girada a otro hermano, don Juan Navajas Navajas. El concepto "Efecto atrasos" (19.000) todavía está el equipo investigador tratando de dilucidar a qué corresponde. Sí sabemos el de 21.500. Fueron unos donativos de varios hermanos y de otros fieles, ya que se puso un cepillo en la Parroquia justo delante del nuevo paso. Por último, y para valorar adecuadamente la magnitud del gasto realizado, unos datos más que elocuentes. El  concepto que aparece como Cuota de entrada corresponde a las pechas pagadas (500 ptas de entrada y 250 de anual) por los 15 nuevos hermanos que se dieron de alta en 1974, más otras 250 ptas. de una pecha anual por la vuelta de otro. Figuran en último lugar la anualidad de los 28 hermanos del Turno de Mayores a 250 ptas (7.000 ptas.) y 32.000 ptas. que se obtuvieron como beneficio por venta de lotería. Suman todos estos ingresos la cantidad de 231.000 ptas. Tal como afirmaba nuestro hermano Diego Luis Urbano en un comentario a una entrada anterior, un auténtico capital que casi permitía la compra de dos coches de gama media.

Por lo que respecta al apartado de gastos, también se conserva esta otra nota manuscrita del tesorero de aquella época: 


Tal como hemos hecho con los ingresos, hagamos ahora con los gastos. Los mismos parten con un déficit del año anterior redondeado de 12.000 ptas., a los que hay que sumar otra partida de 15.000 completamente intitulada y por precisar hasta la fecha. Siguen con una de 140.000 ptas. correspondientes a la mano de obra de la realización del nuevo paso, otra de 80.000 ptas. por el pan de oro, 31.500 ptas. de gastos del nuevo trono (agrupan la mayoría de las facturas ya publicadas en otras entradas y otras que esperan mejor ocasión), 19.500 ptas de gasto corriente (se incluyen intereses, realización de nuevos cordones y escapularios de hermanos, confección de corpiños de la primera escuadra de gastadores -con tercipelo sobrante de la túnica de Ntro. Padre Jesús en la Oración del Huerto y la antigua capa del cabo de la escolta- y el arreglo de los 24 pares de sandalias de los romanos ). Por último, se recoge una partida de gasto de 10.500 ptas. que son consignadas como aportación al Concurso de Saetas ( 4.000 ptas.) y a la compra de varios instrumentos para la Banda de Cornetas y Tambores por el importe restante de 10.500 ptas ( todo ello por si no había ya bastante con la construcción del paso nuevo).

Como podéis apreciar por la cuenta reflejada, y a pesar del redondeo en todas las cifras, el ejercicio económico resultó totalmente deficitario. Vamos, como ahora. Para que luego nos achaquen que no conservamos las tradiciones. Si observáis la cuenta que hay en el primer documento publicado, el anunciado déficit alcanzó la bonita cifra de 84.000 redondeadas pesetas. Más la letra de 20.000, más los préstamos de 120.000 pesetillas, que había que devolver. Bah, una minucia comparada con la inmensidad de la mar océana. Con unos ingresos de, apróximadamente, 20.000 ptas de pechas más 30.000 de lotería, en cinco o seis años, sin gastar una peseta en nada más, todo pagado. Sin embargo, el sistema no era estable. No se encontraba fórmula eficaz que equilibrara un balance que tendía a la quiebra técnica. Ya puestos, en parecidas circunstancias nos seguimos encontrando. ¡Vaya herencia nos dejaron!. Por tanto, no cabía más solución que buscar recursos sumatorios al ingreso ordinario que permitieran, al menos, seguir saliendo y afrontar otros inevitables gastos más.

De qué nos suena esto. Ah, sí, de los del humo y otras yerbas más o menos venenosas.  De fórmulas casi milagrosas y extraordinarias hablaremos en una próxima ocasión. Algunas son realmente curiososas, dignísimas hijas del ingenio que despierta la acuciante necesidad. ¡Cuánto prometían ya algunos! Vamos, lo mismito.

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