Una vez que se han calmado las
aguas y los sentimientos discurren con sosiego, en el remanso de la rutina, de
la labor diaria, constante y pertinaz, ésa que no se ve y que tanta importancia
tiene para que podamos realizar la estación de penitencia con el mayor
esplendor, me atrevo a felicitar a todos
mis hermanos por el éxito de las elecciones celebradas para designar a la nueva
Junta de Gobierno de la Venerable Cofradía y Hermandad de la Santa Vera Cruz.
De nuevo hemos demostrado, hermanos
cruceros, que somos LA PRIMERA. Y que perdonen las nuevas hermandades de Castro del Río el
anacronismo histórico que supone la antigua nomenclatura en el argot cofrade
castreño. Desde aquí les envío mi reconocimiento, respeto y apoyo porque su incorporación
ha contribuido al esplendor de nuestra Semana Santa.
Confieso mi ignorancia en cuanto
a los antecedentes históricos del resto de cofradías, no obstante creo que lo
ha impedido su encorsetado número clausus,
que hasta hace escasos años era casi “cuestión de honor”. En cambio, en el
ámbito de la nuestra, no me equivoco al señalar que la participación en este
Cabildo de Elecciones ha supuesto un éxito rotundo al contar con la mayor
participación en toda nuestra longeva historia, CIENTO TREINTA Y OCHO hermanos
del turno de mayores. AHÍ QUEDA LA CIFRA.
Mi felicitación a nuestro consiliario,
Don Ignacio Sierra Quirós, que nos exhortó al finalizar la Misa de Regla a
participar de forma activa para demostrar que la Hermandad estaba viva y
nosotros, siguiendo el consejo de nuestro Pastor, nos acercamos de forma masiva
a elegir entre las candidaturas presentadas, comprobándose cómo el rebaño seguía profusamente su
incitación. Don Ignacio, mi más sincera enhorabuena.
Mi felicitación a la Junta
Electoral -¿se llama así?- y a las candidaturas presentadas, por la agilidad
con la que se realizó el cabildo y la rapidez en la proclamación de los
resultados, dada la magnitud del acontecimiento; creo que todos coadyuvaron a tal
fin.
Pero al margen del resultado, que
resulta anecdótico en el longevo devenir histórico de la DECANA de las
hermandades castreñas, siento el mayor orgullo en felicitarme y felicitar a
toda nuestra franciscana Hermandad como conjunción de una FE en Cristo
crucificado, común a todos y cada uno de nosotros.