Fíjate que viendo ésta entrada me puse a pensar, y me decía para mis adentros:
Qué poca razón tenía el montador cuando recriminaba a Michelna que sólo anda pendiente de las fotos.
Sin ir más lejos, otros, a los que no tengo por profesionales de la fotografía, lease en el sentido de que se ganen la vida con ello, sí que parecen estar al pendiente de detalles que pueden escaparse al común de los humanos, como el colaborador que ha remitido las impresiones que adornan ésta entrada, y si no, observemos con detalle las que figuran en tercer y quinto lugar. ¿Pero qué es lo que se urdía, con que se comerciaba, o que chistes tan estupendos atraían a la nube de hermanos que en las mismas se aprecia?
Ante todo un saludo de un Costalero Anónimo todos los que participáis en este foro. Hace un tiempo escribí un comentario sobre la desorganización que había sido el desfile procesional de este año. Quizás aquella vez lo hice en caliente y sin tener en cuenta lo que cuesta organizar este evento, e incluso pude ofender a alguna persona, si lo hice, de aquí mi más sinceras disculpas. Esta vez quiero hacer un comentario, con la intención de que nadie se moleste y siempre de forma constructiva. Yo soy un costalero de Nuestra Señora de los Dolores, desde haces muchos años, he vivido bastantes desfiles debajo de la trabajadera, y deciros que es bastante duro salir año tras año, pues son muchas horas de ensayo y muchos sacrificio hacia tu familia y tus amigos. Nadie me obliga por supuesto, si lo hago es porque lo siento. Llega el día del desfile y los primeros que quieren que todo salga bien son los costaleros, después de muchas horas en la calle cuando llevas el paso con el corazón, porque el cuerpo ya no te responde, la única meta es que todo haya ido de dulce. Alguien puede pensar que a los costaleros nos gustan los aplausos y el lucimiento, habrá algunos, la mayoría no somos así. Este año he visto cierto descontento entre mis compañeros, cierto clima de desacuerdo y algún que otro enfrentamiento verbal, por supuesto, siempre dentro de la cordialidad. Esta muy bien los reconocimientos o diplomas, a nadie le amarga un dulce, pero hasta ahora no hemos hecho casi nada, son quinientos años de hermandad frente a diez años de costaleros. Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento hacia los responsables de los pasos, desde capataces, contraguías, asociación de costaleros y por supuesto Hermandad de la Vera Cruz y su junta de gobierno a luchar por la unión de esos costaleros, para que no existan climas de desacuerdo y año tras año ese esfuerzo que realizan los costaleros desemboque en un sufrimiento placentero y de bien estar hacía ellos y los que los rodean. Un saludo. Un costalero anónimo de Nuestra Señora de los Dolores.
Muy buenas a todos. Interesante el comentario que realiza nuestro costalero anónimo. Mucho más si, como él mismo reconoce, se hace desde la mesura que otorga la reflexión meditada en el tiempo. No creo, porque me precio de conocer el paño, que otros anteriores llegaran a ofender a nadie. Al contrario, suponen un estímulo en pos de ese constante intento de superación que, como primordial objetivo, está instalado en todos los que formamos la gran familia crucera.
Pero vayamos por partes. Que la “profesión” de costalero supone un gran sacrificio en muchos aspectos no creo que a estas alturas pueda ponerlo en duda nadie. Mucho más si, como quien esto escribe, ha tenido la oportunidad, aunque sólo fuera durante “medio tiempo”, de poder compartir el penoso disfrute de la trabajadera. Así pues, de mi corta experiencia como costalero obtuve dos conclusiones fundamentales. La primera es que, por mucho que intentara avanzar contra corriente, mi penosa condición física confirmó resignada que había llegado demasiado tarde al tiempo. La segunda, mucho más importante, es que pude comprobar sin intermediarios la grandeza de espíritu y los innumerables valores que atesora esta peculiar forma de hacer verdadera Estación de Penitencia.
Ya sé que muchos no lo ven así, que no lo entienden, que argumentan en sentido contrario, que lo hacen, estoy convencido, desde el desconocimiento total y absoluto de una realidad que, como he afirmado en numerosas ocasiones, supone la incorporación más importante y trascendente de la historia contemporánea de la Semana Santa de nuestro pueblo. A todos ellos, personal e institucionalmente, sigo invitando a conocerla. Sólo después de que lo hagan, los muchos detractores que, tanto fuera como dentro, siguen teniendo los costaleros, tendrán para mí la imprescindible ecuanimidad para poder expresar sus opiniones, respetables y respetadas, por supuesto, aunque, de ningún modo, por un servidor compartidas.
En cuanto al tema de los reconocimientos, y aunque muchos no lo creáis, entiendo instalado en el seno de nuestra Hermandad un sincero agradecimiento que sobrepasa cualquier simple diploma. Somos muchos los que, unos con palabras, otros con gestos, bastantes más compartiendo con vosotros el día a día, los ensayos, el gozo y el sufrimiento, intentamos estar al tanto de todo cuanto acontece a vuestro alrededor. Somos muchos los que nos preocupamos, los que intentamos que las siempre inevitables desavenencias sean resueltas del mejor modo posible, los que procuramos crear un deseable clima de hermandad, los que anhelamos compartir este apasionante mundo cofrade. Somos muchos, bastantes más de los que algunos piensan, los que, conscientes de las enormes dificultades que supone la gestión de los grupos humanos, luchamos contra todo tipo de personalismos, los que intentamos dar a cada uno su sitio, su espacio vital, su mérito, su importancia, porque sólo así, comprenderemos y haremos comprender lo que significa ser y hacer hermandad.
Porque en ello estamos, nada mejor para intentar arreglar los posibles problemas que conocerlos y localizarlos; porque en ello estamos, nada mejor que seguir trabajando para poder resolverlos, cada uno desde su libre compromiso, desde su responsabilidad, con la vista puesta siempre en ese futuro que queremos seguir escribiendo con todos aquellos que así lo deseen, con todos aquellos que sientan suya, como tantos hacemos, esta secular Institución, con todos aquellos que estén dispuestos a aceptar que todos somos necesarios pero ninguno imprescindible, que mi opinión es tan válida como la de otro cualquiera, que mi experiencia y mis conocimientos deben servir al colectivo y no servirse de él, que, como dijo el poeta, todo llega y todo pasa, y que lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino. Ya sé, ya sé, muchos que creemos que tienen asumidos éstos y otros muchos valores toman tenebrosas sendas a la busca de un excesivo protagonismo y de unas misiones salvadoras que nadie les ha encomendado. Allá ellos, porque, si como dice el aserto, “ca uno es ca uno”, lo que raya el absurdo dando síntomas de pueril inmadurez es pretender matar al mensajero. Intentaremos también reconducirlos.
En fin, que me enrollo y el ladrillo ya tiene una considerable extensión. Porque aquí seguimos estando, porque somos exigentes y autocríticos, porque trabajamos para engrandecer nuestra Hermandad, la puerta sigue estando abierta…
Gracias por tu aportación, costalero anónimo. Un saludo.
Desde que he leido a partir del ultimo punto y seguido del segundo comentario mi corazon ha entrado en un desasosiego.De repente algo dentro de mi interior me esta diciendo que en esta Hermandad esta ocurriendo algo muy especial(cuarto milenio). No es otra cosa sino que tenemos entre nosotros un santo que no se saca a costal que no es de madera y se llama Nicolas. (Comentario sin sorna)
Muy buenos días. Siento de verdad que mis comentarios te propicien tal desasosiego. Nada más lejos de mi intención. Mis disculpas si cualquiera de mis palabras te han provocado esa falta de tranquilidad espiritual. Lo siento de verdad.
En cuanto a que ocurra algo especial en nuestra Hermandad siento de nuevo decepcionarte. Nada, en mi opinión, que no se pueda arreglar con un distendido diálogo cofrade. Cuando me expliques a qué te refieres con las palabras entre paréntesis quizás pueda contestarte. Perdona pues mi ignorancia.El resto, sin sorna, se contesta solo. Un saludo, ¿anónimo?
Señores utilicemos este medio para aportar comentarios constructivos y dejemonos de ironias. El señor Nicolas Millan creo que intenta pones paz y sosiego en esta humilde Hermandad, no le cortemos las alas. Un saludo para todos
Buenas Michelna.
ResponderEliminarFíjate que viendo ésta entrada me puse a pensar, y me decía para mis adentros:
Qué poca razón tenía el montador cuando recriminaba a Michelna que sólo anda pendiente de las fotos.
Sin ir más lejos, otros, a los que no tengo por profesionales de la fotografía, lease en el sentido de que se ganen la vida con ello, sí que parecen estar al pendiente de detalles que pueden escaparse al común de los humanos, como el colaborador que ha remitido las impresiones que adornan ésta entrada, y si no, observemos con detalle las que figuran en tercer y quinto lugar. ¿Pero qué es lo que se urdía, con que se comerciaba, o que chistes tan estupendos atraían a la nube de hermanos que en las mismas se aprecia?
Para muestra un botón.
Saludos.
Ante todo un saludo de un Costalero Anónimo todos los que participáis en este foro.
ResponderEliminarHace un tiempo escribí un comentario sobre la desorganización que había sido el desfile procesional de este año. Quizás aquella vez lo hice en caliente y sin tener en cuenta lo que cuesta organizar este evento, e incluso pude ofender a alguna persona, si lo hice, de aquí mi más sinceras disculpas.
Esta vez quiero hacer un comentario, con la intención de que nadie se moleste y siempre de forma constructiva.
Yo soy un costalero de Nuestra Señora de los Dolores, desde haces muchos años, he vivido bastantes desfiles debajo de la trabajadera, y deciros que es bastante duro salir año tras año, pues son muchas horas de ensayo y muchos sacrificio hacia tu familia y tus amigos. Nadie me obliga por supuesto, si lo hago es porque lo siento. Llega el día del desfile y los primeros que quieren que todo salga bien son los costaleros, después de muchas horas en la calle cuando llevas el paso con el corazón, porque el cuerpo ya no te responde, la única meta es que todo haya ido de dulce. Alguien puede pensar que a los costaleros nos gustan los aplausos y el lucimiento, habrá algunos, la mayoría no somos así.
Este año he visto cierto descontento entre mis compañeros, cierto clima de desacuerdo y algún que otro enfrentamiento verbal, por supuesto, siempre dentro de la cordialidad.
Esta muy bien los reconocimientos o diplomas, a nadie le amarga un dulce, pero hasta ahora no hemos hecho casi nada, son quinientos años de hermandad frente a diez años de costaleros.
Desde aquí me gustaría hacer un llamamiento hacia los responsables de los pasos, desde capataces, contraguías, asociación de costaleros y por supuesto Hermandad de la Vera Cruz y su junta de gobierno a luchar por la unión de esos costaleros, para que no existan climas de desacuerdo y año tras año ese esfuerzo que realizan los costaleros desemboque en un sufrimiento placentero y de bien estar hacía ellos y los que los rodean.
Un saludo. Un costalero anónimo de Nuestra Señora de los Dolores.
Muy buenas a todos. Interesante el comentario que realiza nuestro costalero anónimo. Mucho más si, como él mismo reconoce, se hace desde la mesura que otorga la reflexión meditada en el tiempo. No creo, porque me precio de conocer el paño, que otros anteriores llegaran a ofender a nadie. Al contrario, suponen un estímulo en pos de ese constante intento de superación que, como primordial objetivo, está instalado en todos los que formamos la gran familia crucera.
ResponderEliminarPero vayamos por partes. Que la “profesión” de costalero supone un gran sacrificio en muchos aspectos no creo que a estas alturas pueda ponerlo en duda nadie. Mucho más si, como quien esto escribe, ha tenido la oportunidad, aunque sólo fuera durante “medio tiempo”, de poder compartir el penoso disfrute de la trabajadera. Así pues, de mi corta experiencia como costalero obtuve dos conclusiones fundamentales. La primera es que, por mucho que intentara avanzar contra corriente, mi penosa condición física confirmó resignada que había llegado demasiado tarde al tiempo. La segunda, mucho más importante, es que pude comprobar sin intermediarios la grandeza de espíritu y los innumerables valores que atesora esta peculiar forma de hacer verdadera Estación de Penitencia.
Ya sé que muchos no lo ven así, que no lo entienden, que argumentan en sentido contrario, que lo hacen, estoy convencido, desde el desconocimiento total y absoluto de una realidad que, como he afirmado en numerosas ocasiones, supone la incorporación más importante y trascendente de la historia contemporánea de la Semana Santa de nuestro pueblo. A todos ellos, personal e institucionalmente, sigo invitando a conocerla. Sólo después de que lo hagan, los muchos detractores que, tanto fuera como dentro, siguen teniendo los costaleros, tendrán para mí la imprescindible ecuanimidad para poder expresar sus opiniones, respetables y respetadas, por supuesto, aunque, de ningún modo, por un servidor compartidas.
En cuanto al tema de los reconocimientos, y aunque muchos no lo creáis, entiendo instalado en el seno de nuestra Hermandad un sincero agradecimiento que sobrepasa cualquier simple diploma. Somos muchos los que, unos con palabras, otros con gestos, bastantes más compartiendo con vosotros el día a día, los ensayos, el gozo y el sufrimiento, intentamos estar al tanto de todo cuanto acontece a vuestro alrededor. Somos muchos los que nos preocupamos, los que intentamos que las siempre inevitables desavenencias sean resueltas del mejor modo posible, los que procuramos crear un deseable clima de hermandad, los que anhelamos compartir este apasionante mundo cofrade. Somos muchos, bastantes más de los que algunos piensan, los que, conscientes de las enormes dificultades que supone la gestión de los grupos humanos, luchamos contra todo tipo de personalismos, los que intentamos dar a cada uno su sitio, su espacio vital, su mérito, su importancia, porque sólo así, comprenderemos y haremos comprender lo que significa ser y hacer hermandad.
(sigue)
(sigue del anterior)
ResponderEliminarPorque en ello estamos, nada mejor para intentar arreglar los posibles problemas que conocerlos y localizarlos; porque en ello estamos, nada mejor que seguir trabajando para poder resolverlos, cada uno desde su libre compromiso, desde su responsabilidad, con la vista puesta siempre en ese futuro que queremos seguir escribiendo con todos aquellos que así lo deseen, con todos aquellos que sientan suya, como tantos hacemos, esta secular Institución, con todos aquellos que estén dispuestos a aceptar que todos somos necesarios pero ninguno imprescindible, que mi opinión es tan válida como la de otro cualquiera, que mi experiencia y mis conocimientos deben servir al colectivo y no servirse de él, que, como dijo el poeta, todo llega y todo pasa, y que lo nuestro es pasar, pasar haciendo camino. Ya sé, ya sé, muchos que creemos que tienen asumidos éstos y otros muchos valores toman tenebrosas sendas a la busca de un excesivo protagonismo y de unas misiones salvadoras que nadie les ha encomendado. Allá ellos, porque, si como dice el aserto, “ca uno es ca uno”, lo que raya el absurdo dando síntomas de pueril inmadurez es pretender matar al mensajero. Intentaremos también reconducirlos.
En fin, que me enrollo y el ladrillo ya tiene una considerable extensión. Porque aquí seguimos estando, porque somos exigentes y autocríticos, porque trabajamos para engrandecer nuestra Hermandad, la puerta sigue estando abierta…
Gracias por tu aportación, costalero anónimo. Un saludo.
Desde que he leido a partir del ultimo punto y seguido del segundo comentario mi corazon ha entrado en un desasosiego.De repente algo dentro de mi interior me esta diciendo que en esta Hermandad esta ocurriendo algo muy especial(cuarto milenio).
ResponderEliminarNo es otra cosa sino que tenemos entre nosotros un santo
que no se saca a costal
que no es de madera
y se llama Nicolas.
(Comentario sin sorna)
Muy buenos días. Siento de verdad que mis comentarios te propicien tal desasosiego. Nada más lejos de mi intención. Mis disculpas si cualquiera de mis palabras te han provocado esa falta de tranquilidad espiritual. Lo siento de verdad.
ResponderEliminarEn cuanto a que ocurra algo especial en nuestra Hermandad siento de nuevo decepcionarte. Nada, en mi opinión, que no se pueda arreglar con un distendido diálogo cofrade. Cuando me expliques a qué te refieres con las palabras entre paréntesis quizás pueda contestarte. Perdona pues mi ignorancia.El resto, sin sorna, se contesta solo. Un saludo, ¿anónimo?
Señores utilicemos este medio para aportar comentarios constructivos y dejemonos de ironias. El señor Nicolas Millan creo que intenta pones paz y sosiego en esta humilde Hermandad, no le cortemos las alas. Un saludo para todos
ResponderEliminar