Efectivamente, cada vez queda menos. Para una nueva Cuaresma, para una nueva Conmemoración, para el gozo que habrá de venir, para la cera y para la flor, para la música y la oración, para el aire embriagado de primavera e incienso. Ya va quedando menos para la reflexión, para seguir buscando el verdadero sentido, para escuchar, para meditar, para sentir, para rezar... para preparar y prepararse.
Este año, como otros tantos, enfrascados demasiado tiempo en temas banales y secundarios, en cansancios y hartazgos, en excesivas medidas y en estéticas de dudoso gusto, no hemos sido capaces de trabajar para seguir engrandeciendo el patrimonio de nuestra cofradía. Entre que no son tiempos para muchos dispendios y que a períodos de auge le siguen inevitablemente otros de recesión, las nuevas peanas para los ángeles luminarios que estrenó el pasado año el magnífico paso procesional -sin ningún género de dudas, para un servidor y por muchas razones, el mejor de Castro- de Nuestro Padre Jesús en la Oración del Huerto son lo único que podemos anunciar, hasta el momento, como novedades para la Semana Santa de 2014. Como siempre os dejo unas fotos del estado actual de los trabajos. Nos las envió hace pocos días Manolo Valverde. Desde aquí un fuerte abrazo para él y para su padre de toda la familia crucera castreña.
P.S. En cuanto las peanas se vayan policromando tendréis nuevos testimonios gráficos de la evolución.
