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viernes, 31 de agosto de 2012

Con síntomas de desgaste

Con los que a continuación vamos a publicar, damos por concluida la difusión del primigenio Libro de Cuentas de nuestra Hermandad tras su reorganización en 1941. Los apuntes llegan hasta 1957, último año  en el que gastos e ingresos quedan relacionados. No habrá más soportes contables hasta bastante tiempo después, ya que, como tantas veces hemos explicado, nuestra Congregación va a iniciar una de las crisis, tanto a nivel social como cofrade, más profundas de su historia contemporánea.

Las causas de la misma, más o menos comunes también en las otras Hermandades de nuestro pueblo, son múltiples y variadas. En mi opinión, una principal fue la provocada por los masivos movimientos migratorios que se producen en nuestro país desde principio de los años 50 del pasado siglo hasta, apróximadamente, dos décadas después. Este hecho, junto al ya apuntado en anteriores entradas de índole socioeconómico, van a privar durante mucho tiempo a la Semana Santa de Castro de una más amplia base social que, en volandas de una progresiva apertura a nuevos tiempos, fuese la encargada de hacer desaparecer antiguas y excluyentes dinámicas y actuaciones. Habría que esperar algo más.

Os dejo con los documentos y con el enlace de una entrada titulada Cualquiera no se daba por enterado , la cual guarda bastante relación con mucho de lo aquí esbozado hoy. Vuelvo a repetir que repasados tranquilamente, todos estos documentos ofrecen multitud de claves para comprender la historia contemporánea de la Semana Santa de nuestro pueblo. No tenéis más que buscarlas.


sábado, 25 de agosto de 2012

Invención de la Cruz 1915

Recién llegada a nuestro correo, enviada por nuestro cada vez más asiduo colaborador S.S.Q.B.S.M, publicamos hoy una de las muchas curiosidades que a lo largo de los tiempos y referentes a nuestro pueblo han quedado recogidas en la prensa escrita de nuestra provincia. Se da la circunstancia que, aparte de la crónica escrita, también existen documentos gráficos que dan fe de lo que se afirma en aquella. 

Por tanto, miel sobre hojuelas. La crónica pertenece al diario "El Defensor de Córdoba" en su edición de 7 de Mayo de 1915. La foto, mucho más conocida, es una de las que sirvieron para confeccionar el portfolio fotográfico de nuestro pueblo de aquellas mismas fechas. Nosotros, simplemente, hemos adaptado el formato de ambos documentos a uno acorde al blog. Sin más dilación, os dejo con ellos. Otro día más.

Cabecera del periódico 

martes, 21 de agosto de 2012

Más madera

Tal como quedó anunciado en días anteriores, continuamos publicando hoy algunos balances económicos de nuestra Hermandad correspondientes a los primeros años de la década de los cincuenta del pasado siglo, en concreto los de 1951, 1952 y 1953. 

Y es que si curiosos resultaban los precedentes - con, por ejemplo, una subida en la pecha anual del 100 %-, éstos lo son mucho más. Principalmente porque en vez de reflejar ingresos y gastos totalizados, a partir de 1951, como podéis apreciar, la relación se vuelve mucho más pormenorizada, lo cual nos permite conocer en qué se gastaba exactamente cada una de las pesetas con sus correspondientes céntimos que, por los más diversos métodos, eran conseguidas.

Curioso también otro aspecto, el referente -en el apartado de ingresos- a las formas de generar recursos. Si es que, como se dice por ahí, en este mundo, desde hace bastante tiempo, todo, todo, todo está inventado, así que una de las universales máximas cofrades de todas las épocas es que aquí no se puede escapar ni el gato; muchos menos, un poner, el señor Registrador de la Propiedad que, con seguridad de forma voluntaria, contribuyó completamente entusiasmado a la causa. ¡Pardiez, qué buenos maestros "sablistas" nos ha dado la historia! No hay que ser muy listo para comprobar de qué fuentes han bebido algunos.

Destacar también que los documentos reflejan el inicio del, podríamos llamarlo así, primer gran proyecto acometido por nuestra Hermandad en época contemporánea, como es la construcción de unas nuevas andas -así se denominaban en estos tiempos- para la Santísima Virgen de los Dolores. Si observáis, se puede claramente comprender el motivo por el cual el Turno de Mayores de las Hermandades y Cofradías de nuestro pueblo era algo totalmente inaccesible para una gran parte de la población. Una simple mirada a los números nos aporta razones y argumentos más que convincentes.

En fin, por ahora y por mi parte, poco más. Os dejo con las cuentas para que las analicéis con tranquilidad. Y es que, aparentemente, son sólo unas pocas líneas escritas en un viejo libro. En realidad, a poco que reparemos, encierran un montón de claves para entender la evolución de nuestra Institución y de la Semana Santa de Castro no sólo durante aquellos años, sino también en muchos de los inmediatamente posteriores.


jueves, 16 de agosto de 2012

De cerca

Ayer, festividad de la Asunción de la Virgen María a los cielos, tuve ocasión de ver cómo se le colocaba el exorno floral al paso sobre el que la Excelsa Patrona de Castro, Nuestra Señora de la Salud, iba a salir en procesión por la tarde. Este hecho, habitual desde hace muchos años y por tanto nada desconocido, me otorga la posibilidad de, una vez cumplida mi particular misión, deambular tranquilamente por la quietud y el silencio del templo, roto sólo por el característico chasquido que producen las tijeras cuando adecuan la flor y el leve susurro de la conversación que mantienen quienes las manejan.

De una capilla a otra, de este cuadro al de más allá, del cada vez más descarnado pilar a la cóncava superficie del presbiterio, la dimensión espacio temporal que adquiere el sagrado y callado recinto invita como nunca a la reflexión y al detenimiento, a observar con detalle, a la búsqueda de diferentes e ignotas  perspectivas.

Y tras varias vueltas por lo tantas veces reconocido, lo lógico, lo inexcusable, lo íntimamente deseado. Siempre el corazón, y el sentimiento, y la necesidad de consuelo, de protección, del inexpugnable dique que eternamente ampara ante las embestidas de la fuerte marejada que tan a menudo oscurece los días. Y tras varias vueltas por lo tantas veces visto, la paz y el gozo del más seguro y cálido refugio, la Capilla.

Allí estaban, como siempre, esperándome a mí, y a ti, al joven y al mayor, al experimentado y al novel, al que reza con la música, con la lanza o con los pies; también al de la luz, al del rosco y al de la túnica, a los padres y a las madres, a los abuelos y a las novias, a los que se sienten de aquí y a los que no, a los que tienen sus estampas en la cartera, en el cabecero de sus camas, en la guantera de sus coches... Allí estaban, como siempre, dispuestos a escuchar, deseando interceder, siendo cristalina agua con la que saciar la sed de gracia y esperanza.

Y es que ayer, festividad de la Asunción de la Virgen María a los cielos, tuve ocasión de estar muy cerca de Ellos, como tantas otras veces. Mientras hablábamos en silencio de nuestras cosas, me dejaron que les hiciera algunas fotos.

martes, 14 de agosto de 2012

Debe haber saldo, aunque no siempre

Como ya anunciamos la semana pasada, cambiamos la temática de nuestras entradas y volvemos a rescatar  alguno de los documentos que, referidos a nuestra querida Hermandad de la Santa y Vera Cruz, felizmente conservamos. El que hoy traemos a vuestra consideración corresponde a un viejo libro de cuentas en el que, como es lógico, vienen reflejados movimientos de ingresos y gastos anuales.

Para situar el documento en su contexto histórico decir que nuestra Hermandad reinicia su actividad tras la Guerra Civil el 16 de Marzo de 1941, un mes aproximadamente antes de la Semana Santa de ese mismo año, consiguiendo hacer su tradicional Estación de Penitencia por Jueves Santo con lo poco que se había salvado de la barbarie. No es, como sabéis, hasta el año siguiente -1942- cuando se donan a nuestra Cofradía las Benditas Imágenes de Jesús Preso y María Santísima de los Dolores, que junto a la de Jesús en el Huerto y a la de Jesús en el Lavatorio, que no habían sido pasto de las llamas, sirvieron para ir conformando en aquellos años nuestro desfile procesional.

Es por tanto en esta situación de posguerra donde nacen los documentos que hoy vamos a publicar. Hablan por sí solos. Simplemente hay que observarlos con cierto detenimiento para poder comprobar las muchas dificultades que tuvieron que ir sorteando nuestros ancestros cofrades en pos de seguir escribiendo páginas de historia de nuestra querida y crucera Congregación.

Os dejo hoy con el debe y el haber de la década de los cuarenta. En una próxima entrega los de los cincuenta, en los que de manera más pormenorizada se va dando cuenta del devenir económico y social de nuestra Institución, el cual, como ya hemos explicado en otras ocasiones, acabará por desembocar en una profunda crisis cofrade a todos los niveles que se prolongará durante toda la década de los sesenta y parte de los setenta. Pero esto ya es otra historia y tiempo tendremos de contarla.

viernes, 10 de agosto de 2012

Disertación Histórica (y IV)

Cuarta y última (por ahora) entrega del libro de Bartolomé Sánchez de Feria. Versa, entre otras cosas, de los distintos gobiernos que tenían como misión dirigir el deambular de nuestro pueblo en el S. XVIII. Como decimos, con esta entrada vamos a dar por concluida la primera fase de la publicación. Como es lógico quedan muchas más partes interesantes del citado manuscrito por divulgar, hecho que es nuestra intención realizar en un futuro cercano. Mientras tanto, intentaremos traer nuevos temas en nuestras próximas entradas, a ver si, entre una de manga y otra de hombro, vamos aliviando la canícula, que vaya tela, que a la hora que es ya están las cigarras que se hacen polvo cantando.


martes, 7 de agosto de 2012

Disertación Histórica (III)

Pongámonos, con la de hoy, en tercera, que así irá quedando menos. Del libro por publicar, de agosto por deshojar, de otros asuntos por terminar. Os dejo con las iglesias que tenía nuestro pueblo en el S. XVIII.

jueves, 2 de agosto de 2012

Disertación Histórica (II)

De vuelta ya, reanudamos las publicaciones con la segunda entrega de la Disertación Histórica que sobre nuestro pueblo escribió don Bartolomé Sánchez de Feria y Morales. Hala, a disfrutarla. En días sucesivos, si hay tiempo, más.